Habilidades Sociales e Inteligencia Emocional

Durante la semana del 20 al 24 de octubre de 2014, Ideas Poderosas ha impartido sendos talleres de Habilidades Sociales e Inteligencia Emocional entre el alumnado del Centro de Personas Adultas «Antonio Machado» de Jaén, dentro del programa de intervención para la convivencia en el barrio de Peñamefécit desarrollado por Jaén Acoge.

Dentro del Programa de Intervención para la convivencia en el barrio de Peñamefécit de la ciudad de Jaén, se han desarrollado dos talleres de entrenamiento en Habilidades Sociales y desarrollo de la Inteligencia Emocional dirigido al alumnado del Centro de Personas Adultas ‘Antonio Machado’.
Una experiencia de formación intercultural en la que hemos podido comprobar que en la educación tan importante es el desarrollo de la inteligencia racional como el desarrollo de la inteligencia emocional.
Hemos disfrutado con el compromiso y las ganas de aprender de este grupo de personas procedentes de diversos países y culturas en unos talleres experienciales llenos de chispa y ganas de aprender.
En el enlace de más abajo, puedes ver la presentación que usamos para guiar la experiencia.

¿Tú haces coaching? Pues yo hago training

Es curioso que desde diferentes profesiones, ocupaciones y actividades surja la figura del coach como el profesional que ayuda a una persona a mejorar su bienestar personal y profesional partiendo de los talentos, capacidades y aptitudes que el individuo ya posee y orientándolo hacia la consecución de sus objetivos y a la mejora de sus resultados.

Es curioso que tantos profesionales de diferentes disciplinas estén interesados en aprender a ser coach y se apunten al carro del coaching, sobre todo porque la palabra coaching precisamente tiene su origen etimológico en el nombre de un tipo de carruaje usado en la ciudad húngara de Kocs hacia el siglo XV. Del nombre de ese carruaje se origina la palabra coach en inglés o coche en español. Por eso, quizás, tanta gente se haya subido al carro.

Aunque, lo más probable, es que el coaching esté triunfando por la imperiosa necesidad de constante adaptación que las personas, en el ámbito de lo personal y/o profesional, requieren, y encuentran en esta disciplina una serie de herramientas para la motivación, la autodirección y la consecución de sus objetivos.

El coaching, según la International Coach Federation, es la relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresas o negocios de las personas. Aunque algunas veces, parece más fácil para saber qué es el coaching tener claro lo que no es: el coaching no es mentoring, no es consultoría, no es asesoría, no es terapia, no es formación, no es capacitación. Entonces, ¿qué es?, pues probablemente como dice Alfonso Alcántara el coaching es orientación con glamour.

La cada vez más necesaria actividad de motivar para el cambio en diferentes áreas: el ámbito laboral, el personal, la salud, el emprendimiento, etc. ha encontrado en el coaching una herramienta poderosa para ayudar a las personas a dirigir sus vidas. Pero probablemente también la crisis y la falta de recursos económicos para incentivar a los empleados haya creado un caldo de cultivo para encontrar en el coaching una estrategia más económica, duradera y comprometida para mantener la motivación del equipo en buen estado.

El coaching, queda claro, está mejorando la vida de muchas personas, y eso a pesar de que todo el que dice que hace coaching en realidad hace otras cosas y a pesar de que algunas personas que lo practican no son más que meros charlatanes.

Pues yo, que seguramente sin saberlo a lo largo de mi vida profesional he hecho y hago coaching más de una vez, reivindico la actividad de training.

Coaching y training comparten la misma traducción al español: entrenamiento y sin embargo cada palabra sugiere matices en la práctica de la acción que mencionan:

  • El coaching tiene puesto su punto de mira más en el futuro, en lo que eres capaz de lograr, en los objetivos a medio y largo plazo.
  • El training se centra más en el presente, en el aquí y en el ahora, en los objetivos a corto y medio plazo.
    El coaching es más sugerente, mucho menos directivo y más centrado en la persona.
  • El training es más evidente, algo más directivo y más centrado en la conducta concreta.
  • El coaching se centra en la motivación para aprender.
  • El training se centra en el aprendizaje para motivar.
  • El coaching se centra en el “para qué”, el training se centra en el “qué”.
  • El coaching aprovecha lo que la persona ya sabe o ya tiene, el training construye nuevas conductas, nuevas habilidades.
  • El coaching aprovecha las competencias que el individuo ya tiene para sacarles el máximo partido, el training instaura dichas competencias.

Reivindico la actividad de training porque ahora que todo es sacar el potencial que el individuo lleva dentro, a veces se olvida que el individuo necesita aprender cosas que poder potenciar. No estoy diciendo que esté en contra del coaching, ¡faltaría más!, pero sí que es verdad que el coaching no lo es todo en los procesos de mejora y desarrollo personal y profesional.

En la mayoría de los procesos de coaching, más tarde o más temprano se requerirá un proceso de training aunque también, muchos procesos de training estimulan y son el punto de partida de un proceso de coaching.

Requerimos aprender una serie de competencias que no se enseñan demasiado en los espacios educativos convencionales: hablar en público, dirección de equipos, resolución de conflictos, solución de problemas, habilidades asertivas, etc. un conjunto de habilidades blandas que como bien dice mi amigo Manuel Calvillo no deja de ser una trampa del lenguaje el que sean denominadas blandas.

Y no te olvides, no sólo de coaching viven las personas y las empresas.

 

Hablando en público: atajos a ninguna parte

No nos engañemos. No es verdad que exista el orador perfecto, el presentador ideal o un estilo de hablar en público excelente. Tal vez ni el mismo Steve Jobs habría conseguido inspirar a los miembros de la junta directiva de la almazara del pueblo de aquí al lado.

Esa es al menos mi experiencia después de más de 10 años trabajando con grupos de estudiantes y profesionales que quieren prepararse para ser docentes o para realizar ponencias o presentaciones delante de todo tipo de audiencias (jóvenes, padres, clientes, emprendedores, profesionales de la salud, de las ventas, equipos directivos, etc.). La gran mayoría de ellos llegan buscando parecerse a algún docente que alguna vez tuvieron y les impactó o a cualquier otro modelo de orador ideal, y piensan que para lograrlo deben comenzar por negarse a ellos mismos y a su propia historia, tratando de huir de sus habilidades y de sus emociones, de su cuerpo, de su voz, de su forma natural de mirar, de escuchar, o de moverse. Es como si gran parte de lo que son y su propia biografía de aprendizaje les resultara un inconveniente para hablar en público.

No es extraño que esto sea así si tenemos en cuenta la cantidad de libros de autoayuda, manuales o cursos que venden la idea de que aprender a hablar en público es una habilidad en la que las emociones como el miedo o la ansiedad hay que eliminarlas o controlarlas, y que basta con mezclar los ingredientes correctos, previamente definidos según el modelo ideal, para llegar a dominar esta competencia.

Sin embargo, este tipo de libros y de cursos, tal y como aparentemente están planteados la mayoría de ellos, en no pocas ocasiones pudieran ser más contraproducentes que beneficiosos. Puede ocurrir que termines el taller y vuelvas a casa con una gran cantidad de instrucciones acerca de cómo debes moverte y gesticular, qué hacer con las manos, la manera correcta de mirar, la velocidad del habla o la entonación más adecuada. Todo esto, tan alejado de tí mismo, de la forma natural de ser tú que, en el mejor de los casos, gracias a estos cursos, puedes llegar a ser un orador autómata correcto, sin tus viejas imperfecciones pero también sin tu huella personal, sin voz propia.

Pero el enfoque debiera ser otro, el objetivo de estos talleres no debería ser formar oradores perfectos según marcan los manuales o los expertos de “última generación”. La clave debiera estar en aprender a expresar las ideas con claridad para inspirar y construir emociones y vínculos de confianza y credibilidad con las personas que escuchan. Y para conseguir esto no existe un único modelo. Recuerdo ahora algunas charlas TED y ciertas exposiciones memorables de alumnos y de participantes en nuestros talleres que realmente han conseguido conectar conmigo e inspirarme, y entre ellos he visto de todo. Mientras unos utilizaban gran parte del escenario en su charla, otros no salían de su atril; mientras unos casi no gesticulaban, otros movían las manos con gran intensidad; mientras algunos leían su discurso, otros no tenía ningún tipo de ayuda escrita; unos parecían muy extrovertidos y seguros mientras que otros parecían ser más humildes y tímidos. Entonces, ante tantas diferencias, qué es lo que hace que todos consigan captar nuestro interés y ‘engancharnos’ ¿cómo lo hacen? Yo creo que hay tres aspectos que todos ellos comparten:

Coherencia, cada actuación es una unidad coherente en sí; su discurso, su voz, su mensaje, su forma de mirar, su timidez o su extroversión tienen sentido en su conjunto, se fortalecen entre sí y hacen más poderoso el mensaje o el propósito de la presentación.
Autenticidad, todos parecen trabajar desde la verdad; es como si eso que dejan ver fuera realmente ellos mismos, que su voz, su mirada, sus gestos o sus palabras son suyas, sin sobreactuaciones y sin la perfección fría de un autómata.
Pasión por lo que están contando. Aunque esa misma exposición la hayan hecho con anterioridad en tres o en siete ocasiones, cada actuación resulta tan fresca, tan apasionada y tan espontánea como si fuese la primera vez.

Coherencia, autenticidad y pasión, lo demás es superfluo.

Y es que hablar en público es un play que tiene que ver con conectar con los demás y para conectar con otros tenemos que dejarnos mirar, por eso nos preparan un lugar privilegiado y especial a la vista y al alcance de todos. Una vez allí hay que dejarse ver y trabajar desde la verdad, dejando a un lado lo que queremos ser para ser quienes realmente somos. Y en todo este juego, las cartas de la vulnerabilidad, del miedo o la vergüenza juegan un papel a veces tan incómodo como necesario e inexcusable.
Por todo ello no acaba de gustarme el enfoque mecánico y mercantilista que frecuentemente se le da a algunos temas relacionados con el entrenamiento y el desarrollo profesional y personal. Un todo a 100. Un tú pagas y yo te doy la solución fácil y rápida que necesitas y que yo conozco y domino.

Creo que los docentes, formadores o entrenadores debemos ser más cabales y reconocer que en esto del desarrollo personal/profesional no existen las fórmulas mágicas, que lo fácil y rápido no es más que una estrategia de marketing en forma de quimera que vende muy bien en un mundo que vive demasiado deprisa; que el descubrimiento de la lentitud es imprescindible para el aprendizaje y que los grandes avances se consiguen a golpe de incertidumbre y de corazonadas lentas.

Porque hablar en público tiene mucho más de pasión que de instrucción, mucho más de orgánico que de mecánico, es más un trabajo de artesanos que de cadenas de montaje y por eso necesitamos la autenticidad como punto de partida.

Cuando el proceso de aprendizaje a hablar en público te acerca a un supuesto ideal pero te aleja de tí mismo, de tus cualidades, de tus emociones y de tus valores, todo suele quedar en una experiencia interesante, pero pronto mucho de lo vivido se olvidará y se quedará fuera de tu trabajo porque no encaja con quien eres ni con tu vida cotidiana. ¿Por qué quieres parecerte a un orador de Silicon Valley si tu tarea consiste en trabajar con un grupo de empresarias, de mujeres o de estudiantes de una capital de provincias?. ¡¡¡Ay, otra vez el contexto!!!.

No estoy diciendo que no sea útil aprender y ensayar mejores formas de comunicarte, de construir ideas y conectar a tu audiencia con ellas. No hay nada de malo en querer cambiar y desarrollar nuevas habilidades. Todo lo contrario. Sin embargo tener que ser un orador perfecto al estilo de Sir Ken Robinson o Brené Brown negando lo que somos puede ser una tiranía. Demasiada presión para avanzar, una trampa y una paradoja que intentando escapar de tu biografía te lleva a la peor versión de tí mismo.

Por todos estos motivos, desde Ideas Poderosas no tenemos reglas fijas o un modelo ideal a seguir y preferimos partir desde ideas más que desde reglas o mensajes. En Ideas Poderosas nos gusta comenzar por escuchar, por conocer de cerca a nuestros participantes, los contextos reales en los que se desenvuelven, sus para qué y sus porqués a la hora de hacer este taller. En Ideas Poderosas preferimos trabajar desde lo que son, mirando tanto a la función como a la morfología de la conductas relacionadas con la competencia de hablar en público que tratamos de ir construyendo con ellos. Intentamos ayudar a que cada participante encuentre su estilo personal, que se reconozca en el reto, en la incertidumbre y en la ansiedad que puede provocarle hablar en público, que encuentren su propia voz, y ayudarles a que disfruten del proceso.

En Ideas Poderosas creemos que trabajar a partir del reconocimiento y la aceptación de lo que cada uno es y comprometerse desde el entorno y los valores propios para avanzar y llegar tan lejos como se quiera, se pueda, y el escenario permita, es el mejor punto de partida posible para cualquier proceso de desarrollo personal-profesional. El resto son atajos a ninguna parte.

Hablar en público: Conversaciones que crean conversaciones

…“Los eventos son excusas para hablarse”, me comentaba Alejandro a la vuelta de una de sus largas estancias en Nueva York. …Y es cierto, recuerdo algunos congresos y encuentros académicos o profesionales. Estos eventos, a pesar de que la mayoría de los ponentes solían ser poco inspiradores, demasiado evidentes y cansadamente aburridos, generaban contextos con nuevas personas donde hablarse y con-versar y donde a veces conectabas y aprendías más entre pasillos que en la sala de ponencias.

Sin embargo, en contadas ocasiones tenías la suerte de descubrir algún ponente que conseguía la hazaña de mantenerte absorto durante su exposición, de conectar realmente contigo, de provocarte o de inspirarte como lo hacen los buenos libros. Y todo esto sin mayores artefactos que la tecnología punta de su voz y un arsenal de ideas poderosas y palabras bien elegidas.

Esa es la sensación que tuve cuando escuché por primera vez y por casualidad una “TED talk”. Se tratan de pequeñas charlas sobre temas muy variados (ciencias, arte y diseño, política, educación, cultura, negocios, tecnología, entretenimiento,…) No todas me han interesado y embelesado de la misma manera, algunas incluso no acabé de verlas, sin embargo no dejo de encontrar cada cierto tiempo un nuevo charla TED que me vuelve a sorprender por sus planteamientos y/o por la manera en que el conferenciante representa su pequeña “obra” en el escenario.

Os dejo una selección de los muchos y muy buenos discursos que se encuentran en la web de TED. Por supuesto este listado no es nada casual ni imparcial y lleva el sesgo de mis gustos e intereses. Casi todos duran entre 17-18 minutos, aunque hay algunos de 20 y otros de 5. Cada uno de ellos está ejecutado de una manera diferente: algunos de los ponentes gesticulan mucho, otros poco, algunos parecen muy atrevidos, otros parecen los alumnos tímidos y solitarios que se sentaban solos al fondo de la clase, unos hablan pausado, a otros es un poco más complicado seguirles, algunos utilizan apoyos visuales, otros cuentan tan solo con su voz variopinta y su cuerpo no muy atlético, casi todos hablan sin papeles, otros por el contrario leen…

Sin embargo, todos tienes el poder de atraer tu atención y engancharte en su discurso, todos ellos hablan a grandes auditorios pero parecen que estuvieran hablándole a cada uno de nosotros porque lo que construyen engancha con tu experiencia, o con tus problemas, o con tus ideas o con tu vida cotidiana. Ninguno de ellos cuenta con un gran artificio más allá de su presencia, su voz y en algunos casos unas pocas imágenes sugerentes, sin embargo, sin ser en absoluto efectistas son tremendamente efectivos. Cada ponente habla, se mueve, mira, gesticula,… ejecuta su discurso de una manera diferente -algunos de ellos incluso hacen lo contrario de lo que dicen los manuales sobre el arte de hablar en público- pero todos consiguen conectar con su audiencia, porque todos parecen hacerlo desde la verdad y de una manera apasionada, y porque han encontrado su forma de comunicar sin renunciar a ellos mismos, a su manera de ser y a su forma única y peculiar de estar ante otras personas.

Sin duda alguna, estas charlas no te dejarán indiferente por lo que trasmiten, todos guardan una preciosa colección de ideas poderosas, y además son buenos modelos de cómo hablar en público desde los que aprender y mejorar tu forma de organizar tus charlas y realizar tus exposiciones. Disfruta y “juega” con ellos y analiza su estructura, la manera en que comienzan y terminan, cómo incluyen cada cierto tiempo anécdotas personales, como cuentan historias, como organizan sus ideas, como juegan con las pausas, con el ritmo,…

Todos ellos son en inglés pero puedes seleccionar subtítulos en español y otros muchos idiomas (por cierto, algunos de ellos pueden ser recursos fantásticos para practicar tu listening).

Algunos de mis favoritos “TED talks”
Ken Robinson dice que las escuelas matan la creatividad. Sir Ken Robinson plantea de manera entretenida y conmovedora la necesidad de crear un sistema educativo que nutra (en vez de socavar) la creatividad.
Sir Ken Robinson: ¡A iniciar la revolución del aprendizaje! Continuando con su legendaria charla sobre la crreatividad, Sir Ken Robinson plantea un cambio radical, para pasar de escuelas estandarizadas al aprendizaje personalizado ————– creando las condiciones para que pueda florecer el talento natural de los niños.
Jon Ronson: Respuestas insólitas al test del psicópata. ¿Existe una clara línea que separa la locura de la cordura? Con una entrega que pone los pelos de punta, Jon Ronson, autor de ‘¿Es usted un psicópata?’ arroja luz a las zonas grises entre los dos polos.
Dan Pink en la sorprendente ciencia de la motivación. El analista laboral Dan Pink examina el problema de la motivación, empezando con un hecho que los sociólogos conocen pero no así la mayoría de los gerentes : Los métodos tradicionales de recompensas no siempre son tan efectivos como pensamos.
David Kelley: ¿cómo construir tu confianza creativa? ¿Tu escuela o trabajo se divide en personas “creativas” y personas prácticas? Seguro, pero David Kelley sugiere que la creatividad no es dominio exclusivo de unos pocos elegidos. Mediante historias de su legendaria carrera de diseño y de su propia vida, ofrece maneras de construir la confianza para crear.
Dave Meslin: el antídoto contra la apatía. La política local -las escuelas, la zonificación, las elecciones del consejo- afectan el lugar donde vivimos. Entonces ¿por qué no hay más personas que se involucren? ¿Es apatía? Dave Meslin dice que no. Él identifica siete barreras que nos impiden participar en nuestras comunidades, incluso si es algo que realmente nos importa.
Brene Brown: el poder de la vulnerabilidad. Brene Brown estudia la conexión humana, nuestra capacidad de empatía, de pertenencia, de amar. En una charla conmovedora y divertida en TEDxHouston, comparte una visión profunda de su investigación, que la llevó en una misión personal a conocerse a sí misma, así como a comprender a la Humanidad.
Sherry Turkle: ¿Conectados pero solos?. A medida que esperamos más de la tecnología, ¿esperamos menos de los demás? Sherry Turkle estudia la manera en que nuestros dispositivos y las personas conectadas en línea están redefiniendo la comunicación y las conexiones humanas; y nos pide que pensemos seriamente en los nuevos tipos de conexiones que deseamos tener.
Isabel Allende cuenta historias de pasión. La autora y activista Isabel Allende habla de mujeres, creatividad, la definición de feminismo, y por supuesto, de pasión.
Simon Sinek: Cómo los grandes líderes inspiran la acción. Simon Sinek tiene un modelo simple pero poderoso de liderazgo inspirador; todo se basa en un círculo de oro y la pregunta ‘¿por qué?’ Sus ejemplos incluyen a Apple, Martin Luther King y los hermanos Wright.
Barry Schwartz sobre la paradoja de elegir. El psicólogo Barry Schwartz apunta hacia un principio central de las sociedades occidentales: la libertad de elección. Según la estimación de Schwartz, elegir no nos ha hecho más libres sino más paralizados, no más felices sino más insatisfechos.
Barry Schartz y nuestra pérdida de sabiduría. Barry Schwartz hace un llamado vehemente a la ‘sabiduría práctica’ como antídoto para una sociedad que ha enloquecido a causa de la burocracia. Argumenta de manera impactante que la reglas generalmente nos fallan, los incentivos son contraproducentes y la sabiduría practica y de todos los días nos ayudará a reconstruir nuestro mundo.
Ben Dunlap habla acerca de una vida apasionada. Ben Dunlap, presidente de Wofford College, cuenta la historia de Sandor Teszler, un húngaro sobreviente del Holocausto, quien le enseñó acerca de vivir apasionadamente y aprendiendo continuamente.
Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford. No es en realidad de una de las charlas TED, sin embargo la han incluido en su web. Se trata de un poderoso discurso, muy conocido y visto por millones de personas a escala global, en el que el fundador de Appel cuenta tres historias personales que no te dejarán indiferente.

Hay otros muchos discursos que tengo entre mis favoritos tan buenos como estos, pero entonces la lista sería demasiado larga. Valgan estos como muestra. Descubre tú mismo otros nuevos.
Espero que los disfrutes, que te sean de utilidad y sobre todo que pases unos minutos entretenidos viéndolos y que puedan ser, como aquella tarde me decía mi primo Alejandro, una buena excusa para compartir y hablarse.

La empresa a escena: comunicación empresarial

El día 30 de marzo de 2012, Ideas Poderosas Junto a Volunto Teatro desarrollarán el taller denominado: «La empresa a escena. Taller experiencial de comunicación empresarial». Este taller está organizado por el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de Torredonjimeno y va dirigido a empresarios y emprendedores de la provincia de Jaén.

El mundo de la empresa está cambiando: cambian las relaciones laborales, cambian las formas de operar de los negocios, cambian las estructuras organizativas y cambian los hábitos de consumo y compra de los clientes. Todos estos inquietantes cambios son producto de muchos factores: la globalización de la economía, el desarrollo tecnológico, los valores sociales.

La empresa debe hacer frente a dichos cambios en un entorno altamente competitivo en el que las personas se convierten en los principales actores. Las personas que dirigen, las personas que ejecutan o las personas que compran representan sus papeles siguiendo un guión que no siempre está completamente escrito. Cada actor representa su papel, pero no conoce el guión completo, cada actor improvisa y con su improvisación desmonta los argumentos del otro actor que está obligado también a improvisar. Pero los guiones, las improvisaciones, la representación no es fruto de la casualidad. Existen unas reglas y conocer las reglas nos ayuda a representar mejor nuestro papel.
Los buenos actores deben representar bien sus papeles, deben hacer suyo el personaje, construirlo, darle vida y, finalmente representarlo. Y el escenario es la empresa.

Tanto si eres jefe como empleado, si eres alguien a quién le gusta ejecutar bien su papel, si quieres que la obra impacte, emocione e interese, entonces te interesa expresar bien tu historia, necesitas aprender a comunicar con tu personaje.
En este taller te ayudaremos a encontrar tu personaje, a encontrar tu guión y a desarrollar las habilidades que te permitan comunicar con emoción todo lo que necesitas para desempeñar bien tu trabajo.