Los toros, leídos: Juegos de comunicación para aprender a hablar en público

Miguel Ángel, uno de los mejores psicólogos clínicos -sin duda-  al sur de la Gran Bretaña, me comentaba una mañana calma en nuestro Albayzín que, a él, los toros le gustaban leídos. Vegetariano entonces, más por sensatez que por ‘religión’, y de espíritu pacífico, no soportaba ver a un animal desangrarse a borbotones. Sin embargo Miguel Ángel no podía resistirse a las crónicas taurinas de Joaquín Vidal en El País de entonces.

Las palabras crean escenarios que pueden desligarnos de la realidad que describen, contextos verbales que pueden llegar a generar incluso sensaciones contrarias a las que sentiríamos si nos expusiéramos a las experiencias directas a las que hacen referencia.

En Ideas Poderosas, como cada otoño, estamos preparando una nueva edición de los talleres para hablar en público. Aquí contamos algo sobre nuestro enfoque y nuestra manera de entrenar estas habilidades.

Cuando este lenguaje es escrito necesitamos hacer un ejercicio serio de atención y reflexión, además de contar con los minutos necesarios. En estos tiempos líquidos de atención líquida y lectura líquida, la importancia de saber cómo contar tu historia más allá de las palabras adquiere una especial importancia. La dimensión y el alcance de los youtubers o de las charlas TED nos hablan de ello. Más allá de los argumentos y las palabras que nos ayuden a encantar, y desligar, ligar, o religar  a  los que nos escuchan de lo que quiera que sea la realidad, nuestra manera de hablar, de movernos, de gesticular, la forma de utilizar las pausas (            ), de se-pa- rar o darle fuerrza a algunas palabras, etc. es también clave (aunque visto lo visto pareciera que estas habilidades para hablar en público fuesen muy importantes para defender una programación ante un tribunal en oposiciones, pero nada relevantes para llegar a ser presidentes de gobierno).

Nada nuevo bajo el sol, aunque tal vez en estos escenarios académicos y laborales modernos de inmediatez e imagen, todos estos aspectos relacionados con comunicar adquieren una mayor importancia.

Al igual que es posible desligar el lenguaje de la realidad, lo que supone un gran ejercicio de creatividad intelectual y de habilidad lingüística, podemos desligar todos estos elementos que acompañan a lo que decimos (eso que siempre han llamado la parte no verbal de la comunicación) de nuestros argumentos. Esto último es un gran ejercicio para entrenar nuestra capacidad expresiva y para generar mayor atención y confianza entre los que nos escuchan.

En nuestros talleres de ‘Encuentra tu voz‘, ‘Training using drama‘  y ‘Haciendo presentaciones eficaces’ realizamos por un lado ejercicios prácticos para desvincular la narración de la realidad que se pretende describir, y por otro trabajamos con algunas  actividades para desligar nuestra manera de contar y actuar, de los argumentos que tenemos, tal y cómo hace magistralmente Will Stephen en este divertido TED.

Este tipo de ejercicios son una parte importante de nuestros cursos, parte del proceso de encontrar la propia voz y aprender a exponerse delante de una audiencia que te escucha, pero además son un reto personal, un momento clave del diseño que vamos modificando y mejorando gracias a la experiencia de cada taller que realizamos. Son momentos  a la vez divertidos y de vértigo en los que probarse a uno mismo en un contexto de aprendizaje y seguridad. Momentos en los que equivocarse  y experimentar con la propia ansiedad son parte de las reglas del juego.

Por cierto, hoy Miguel Ángel es vegetariano pero omnívoro practicante, también por sensatez, de paladar exquisito y buen cocinero, y aunque disfruto en su blog de sus recetas leídas,  yo las prefiero en la mesa. Porque un untiocomiovaatoslaos.

 


 

Nota: En Ideas Poderosas, como cada otoño, ya hemos empezado a diseñar para el próximo mes de noviembre una  nueva edición de nuestros talleres para aprender a hablar en público “Encuentra tu voz” “Training using drama” y “Haciendo presentaciones eficaces”, que este año muy posiblemente celebraremos en Granada. Os iremos contando

El comportamiento de los científicos

Aceptemos que las verdades existen, pero sólo si reconocemos que son subjetivas. Las verdades objetivas son a la vez una especie de quimera, una tiranía y una ficción inventada.
Aceptemos el conocimiento científico como cierto pero sólo si reconocemos que es antes que nada conducta verbal de científicxs, que interactúan con el mundo y diseñan experimentos que ayudan a establecer relaciones, a describir contingencias y a predecir otras nuevas.

El método científico marca unas reglas que delimitan las fronteras del juego, estas reglas no son mandamientos de una religión, sino una potente herramienta que puede ser utilizada con más o menos pericia, entusiasmo o creatividad. El trabajo de lxs científicxs es tremendamente creativo, las reglas del método científico configuran un escenario que se presta a ser abordado de infinitas maneras. Más allá del impacto de una nueva certeza es esa herramienta la que carga de razón cada nuevo descubrimiento. Lxs científicos tienen la razón porque tienen un método, no porque tengan la verdad. Y esta verdad permanecerá como tal hasta que, utilizando el mismo método, sea sustituida por otra nueva.

A lo que íbamos, como se acaba de afirmar, el método científico marca una reglas ineludibles y necesarias, sin embargo la conducta de lxs científicxs en el estudio concreto de un hecho no debe estar gobernada por reglas sino moldeada directamente por las contingencias –más por el yo que actúa que por el yo que recuerda-, lo que significa que han de estar abiertxs a abrazar la infidelidad a si mismxs, a las propias creencias, a los intereses de sus pagadores, a sus hipótesis de partida, a sus descubrimientos previos.

Como quiera que los hallazgos y los conocimientos no pueden desligarse del contexto histórico y cultural en el que aparecen ni del comportamiento del que los elabora, es un error ubicar los resultados de la ciencia fuera de la interacción de los científicos con en el que mundo en el que trabajan y los hechos que estudian.

Y sobre esto Dan Ariely cuenta su historia de manera directa y sincera: ‘Lo más dificil, por supuesto, es reconocer que nosotros también a veces, estamos cegados por nuestros propios incentivos. Y esa es una lección mucho, mucho más dificil a tener en cuenta. Porque no vemos como el conflicto de intereses nos afecta. Cuándo estaba haciendo estos experimentos, en mi cabeza, yo estaba ayudando a la ciencia. Estaba eliminando los datos para llegar a un patrón verdadero. No estaba haciendo nada malo. En mi mente, yo era un caballero tratando de ayudar en el progreso de la ciencia. Pero este no era el caso.Yo estaba interfiriendo en el proceso con las mejores intenciones. Y creo que el desafío real es darnos cuenta cuáles son los casos en nuestras vidas donde el conflicto de intereses nos afecta, y no confiar en nuestra propia intuición para sobreponernos, sino tratar de hacer algo para prevenir que seamos victimas de estas conductas, porque podemos crear circunstancias no deseadas’.

Los conflictos de intereses (económicos, incentivos, temores, prestigio, reconocimiento,…) nos pueden llevar a ignorar unos datos, a sobrevalorar otros, a mirar a otro lado y de esta manera a inventar realidades -especialmente realidades sociales– sesgadas que terminan funcionando como una guía para la acción futura, haciendo así probable que estas realidades se conviertan en profecías autocumplidas. Por tanto en ocasiones se debiera tener cuidado con lo que nos cuentan que cuenta la ciencia para entender la realidad.

Al igual que Newton no estaba por encima de los efectos de la gravedad que el mismo definió, y seguía pegado a la tierra por la misma fuerza que hizo caer su manzana, ningún aprendiz, ningún científico o profesional es ajeno a su entorno y a las consecuencias de su propia mirada, de sus propuestas, sus pasiones, sus trabajos o sus descubrimientos.

Ser conscientes de nuestra imposible neutralidad, reconocer que nuestras decisiones (tanto si somos alumnos como docentes, jefes o subordinados, psicólogos o clientes, aprendices o expertos,…) también están sujetas a los mismos principios que influyen en el comportamiento y decisiones del resto de los mortales para los que trabajamos, saber distinguir entre las causas de nuestras elecciones y las razones que sobre ellas nos damos (para dormir tranquilos, para encontrar(nos) un sentido o para escapar de nosotros mismos y nuestra respons-abilidad) parecen ser parte de la cadena de honestidad necesaria para crear esas verdades-subjetivas útiles y comprometidas, responsables e innovadoras.

¿Pará qué sirve el fin del mundo?

Hemos llegado. Parece que el fin del mundo está aquí. Me imagino una semana de especial ajetreo en los centros de salud y los servicios de urgencias. Pequeñas sensaciones de ahogo, presión en el pecho, pérdida de apetito o ataques de ansiedad ante la perspectiva infame que nos deja una caprichosa conjunción de planetas.
Puedo imaginar las iglesias y confesionarios más concurridos que nunca, llenos de personas buscando la absolución y el alivio de saberse en paz y de tener un rincón reservado en su cielo.
Puedo imaginar millones de parejas y de amantes a la vez prometiéndose a cada hora amor eterno y sus camas llenas de besos, de palabras y de pasión como nunca antes se había visto. Incluso puedo imaginar un pequeño repunte de la natalidad nueve meses después de haberse amado sin condiciones, sin barreras, sin miedo ante la perspectiva de un futuro embarazado, ahora imposible; o por el despecho y la valentía de algunas mujeres de enfrentarse a este fin de la vida creando una nueva en el universo de sus entrañas. Secreta venganza.

Como parece ser que hoy (17/12/12) más que nunca es verdad eso de que nos quedan cuatro telediarios, creo que lo mejor sería mirar de frente y actuar. O al menos preguntarnos y completar esta frase: “Antes de morir me gustaría,…”

Y si sobrevives a la fecha maldita, la euforia no debiera hacerte olvidar que el fin de tu mundo sigue al acecho y que aunque debieras de vivir cada día con la frescura y el alivio del que siente que él mismo y las personas que quiere son inmortales, no deberías dejar de vivir con la decisión, la sensatez y la valentía del que sabe que algún día será el último. Y quizás te des cuenta de que, si no te has puesto manos a la obra, aún te queden por hacer demasiadas cosas importantes para las que algún día tal vez ya no te quedará tiempo.

Eso es lo que hizo la artista Candy Chang. En su barrio de Nueva Orleáns, transformó una casa abandonada en una pizarra gigante pidiendo completar la frase: ‘Antes de morir quiero…’. Una historia poderosa que además nos habla del poder de nuestros espacios públicos y todo el potencial de inspiración e innovación que tienen la empatía y el con-sentir a nuestros vecinos, de lo bueno de escucharlos y de caminar por unos instantes en sus zapatos.

‘Before I die I want to…’
¿Cuál es tu respuesta?

Hablar en público: Conversaciones que crean conversaciones

…“Los eventos son excusas para hablarse”, me comentaba Alejandro a la vuelta de una de sus largas estancias en Nueva York. …Y es cierto, recuerdo algunos congresos y encuentros académicos o profesionales. Estos eventos, a pesar de que la mayoría de los ponentes solían ser poco inspiradores, demasiado evidentes y cansadamente aburridos, generaban contextos con nuevas personas donde hablarse y con-versar y donde a veces conectabas y aprendías más entre pasillos que en la sala de ponencias.

Sin embargo, en contadas ocasiones tenías la suerte de descubrir algún ponente que conseguía la hazaña de mantenerte absorto durante su exposición, de conectar realmente contigo, de provocarte o de inspirarte como lo hacen los buenos libros. Y todo esto sin mayores artefactos que la tecnología punta de su voz y un arsenal de ideas poderosas y palabras bien elegidas.

Esa es la sensación que tuve cuando escuché por primera vez y por casualidad una “TED talk”. Se tratan de pequeñas charlas sobre temas muy variados (ciencias, arte y diseño, política, educación, cultura, negocios, tecnología, entretenimiento,…) No todas me han interesado y embelesado de la misma manera, algunas incluso no acabé de verlas, sin embargo no dejo de encontrar cada cierto tiempo un nuevo charla TED que me vuelve a sorprender por sus planteamientos y/o por la manera en que el conferenciante representa su pequeña “obra” en el escenario.

Os dejo una selección de los muchos y muy buenos discursos que se encuentran en la web de TED. Por supuesto este listado no es nada casual ni imparcial y lleva el sesgo de mis gustos e intereses. Casi todos duran entre 17-18 minutos, aunque hay algunos de 20 y otros de 5. Cada uno de ellos está ejecutado de una manera diferente: algunos de los ponentes gesticulan mucho, otros poco, algunos parecen muy atrevidos, otros parecen los alumnos tímidos y solitarios que se sentaban solos al fondo de la clase, unos hablan pausado, a otros es un poco más complicado seguirles, algunos utilizan apoyos visuales, otros cuentan tan solo con su voz variopinta y su cuerpo no muy atlético, casi todos hablan sin papeles, otros por el contrario leen…

Sin embargo, todos tienes el poder de atraer tu atención y engancharte en su discurso, todos ellos hablan a grandes auditorios pero parecen que estuvieran hablándole a cada uno de nosotros porque lo que construyen engancha con tu experiencia, o con tus problemas, o con tus ideas o con tu vida cotidiana. Ninguno de ellos cuenta con un gran artificio más allá de su presencia, su voz y en algunos casos unas pocas imágenes sugerentes, sin embargo, sin ser en absoluto efectistas son tremendamente efectivos. Cada ponente habla, se mueve, mira, gesticula,… ejecuta su discurso de una manera diferente -algunos de ellos incluso hacen lo contrario de lo que dicen los manuales sobre el arte de hablar en público- pero todos consiguen conectar con su audiencia, porque todos parecen hacerlo desde la verdad y de una manera apasionada, y porque han encontrado su forma de comunicar sin renunciar a ellos mismos, a su manera de ser y a su forma única y peculiar de estar ante otras personas.

Sin duda alguna, estas charlas no te dejarán indiferente por lo que trasmiten, todos guardan una preciosa colección de ideas poderosas, y además son buenos modelos de cómo hablar en público desde los que aprender y mejorar tu forma de organizar tus charlas y realizar tus exposiciones. Disfruta y “juega” con ellos y analiza su estructura, la manera en que comienzan y terminan, cómo incluyen cada cierto tiempo anécdotas personales, como cuentan historias, como organizan sus ideas, como juegan con las pausas, con el ritmo,…

Todos ellos son en inglés pero puedes seleccionar subtítulos en español y otros muchos idiomas (por cierto, algunos de ellos pueden ser recursos fantásticos para practicar tu listening).

Algunos de mis favoritos “TED talks”
Ken Robinson dice que las escuelas matan la creatividad. Sir Ken Robinson plantea de manera entretenida y conmovedora la necesidad de crear un sistema educativo que nutra (en vez de socavar) la creatividad.
Sir Ken Robinson: ¡A iniciar la revolución del aprendizaje! Continuando con su legendaria charla sobre la crreatividad, Sir Ken Robinson plantea un cambio radical, para pasar de escuelas estandarizadas al aprendizaje personalizado ————– creando las condiciones para que pueda florecer el talento natural de los niños.
Jon Ronson: Respuestas insólitas al test del psicópata. ¿Existe una clara línea que separa la locura de la cordura? Con una entrega que pone los pelos de punta, Jon Ronson, autor de ‘¿Es usted un psicópata?’ arroja luz a las zonas grises entre los dos polos.
Dan Pink en la sorprendente ciencia de la motivación. El analista laboral Dan Pink examina el problema de la motivación, empezando con un hecho que los sociólogos conocen pero no así la mayoría de los gerentes : Los métodos tradicionales de recompensas no siempre son tan efectivos como pensamos.
David Kelley: ¿cómo construir tu confianza creativa? ¿Tu escuela o trabajo se divide en personas “creativas” y personas prácticas? Seguro, pero David Kelley sugiere que la creatividad no es dominio exclusivo de unos pocos elegidos. Mediante historias de su legendaria carrera de diseño y de su propia vida, ofrece maneras de construir la confianza para crear.
Dave Meslin: el antídoto contra la apatía. La política local -las escuelas, la zonificación, las elecciones del consejo- afectan el lugar donde vivimos. Entonces ¿por qué no hay más personas que se involucren? ¿Es apatía? Dave Meslin dice que no. Él identifica siete barreras que nos impiden participar en nuestras comunidades, incluso si es algo que realmente nos importa.
Brene Brown: el poder de la vulnerabilidad. Brene Brown estudia la conexión humana, nuestra capacidad de empatía, de pertenencia, de amar. En una charla conmovedora y divertida en TEDxHouston, comparte una visión profunda de su investigación, que la llevó en una misión personal a conocerse a sí misma, así como a comprender a la Humanidad.
Sherry Turkle: ¿Conectados pero solos?. A medida que esperamos más de la tecnología, ¿esperamos menos de los demás? Sherry Turkle estudia la manera en que nuestros dispositivos y las personas conectadas en línea están redefiniendo la comunicación y las conexiones humanas; y nos pide que pensemos seriamente en los nuevos tipos de conexiones que deseamos tener.
Isabel Allende cuenta historias de pasión. La autora y activista Isabel Allende habla de mujeres, creatividad, la definición de feminismo, y por supuesto, de pasión.
Simon Sinek: Cómo los grandes líderes inspiran la acción. Simon Sinek tiene un modelo simple pero poderoso de liderazgo inspirador; todo se basa en un círculo de oro y la pregunta ‘¿por qué?’ Sus ejemplos incluyen a Apple, Martin Luther King y los hermanos Wright.
Barry Schwartz sobre la paradoja de elegir. El psicólogo Barry Schwartz apunta hacia un principio central de las sociedades occidentales: la libertad de elección. Según la estimación de Schwartz, elegir no nos ha hecho más libres sino más paralizados, no más felices sino más insatisfechos.
Barry Schartz y nuestra pérdida de sabiduría. Barry Schwartz hace un llamado vehemente a la ‘sabiduría práctica’ como antídoto para una sociedad que ha enloquecido a causa de la burocracia. Argumenta de manera impactante que la reglas generalmente nos fallan, los incentivos son contraproducentes y la sabiduría practica y de todos los días nos ayudará a reconstruir nuestro mundo.
Ben Dunlap habla acerca de una vida apasionada. Ben Dunlap, presidente de Wofford College, cuenta la historia de Sandor Teszler, un húngaro sobreviente del Holocausto, quien le enseñó acerca de vivir apasionadamente y aprendiendo continuamente.
Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford. No es en realidad de una de las charlas TED, sin embargo la han incluido en su web. Se trata de un poderoso discurso, muy conocido y visto por millones de personas a escala global, en el que el fundador de Appel cuenta tres historias personales que no te dejarán indiferente.

Hay otros muchos discursos que tengo entre mis favoritos tan buenos como estos, pero entonces la lista sería demasiado larga. Valgan estos como muestra. Descubre tú mismo otros nuevos.
Espero que los disfrutes, que te sean de utilidad y sobre todo que pases unos minutos entretenidos viéndolos y que puedan ser, como aquella tarde me decía mi primo Alejandro, una buena excusa para compartir y hablarse.