Amores imperfectos II

En el avión de vuelta un señor me habla de lo enano que se ha hecho el mundo, de lo perverso que es el capitalismo, del número de planetas que consumimos actualmente, de lo ridícula que se ha hecho la gente, mientras elegimos en la carta de vinos de la clase Business Plus que me toca de rebote y mientras probablemente hacemos uso de todo eso que criticamos. Espero el momento para preguntarle y qué hacemos los ricos.

Lo cierto es que tengo la sensación acumulada y discutida de que las diferencias lo son menos que antes; y que el mero concepto de lo ‘diferente’ se ha devaluado. Lo diferente ahora es algo de los matices y mi viaje tiene poco de aventura, las personas y los lugares nos parecemos cada vez más.

La libertad, que busca y crea causalidades, nos lleva a conectar lo que antes estaba disociado, pero conectar cosas e ideas y personas es uno y el mismo fenómeno con el cambio climático, son autopistas sobre la selva tropical de la cual sólo veo árboles ralos rodeados de un homongeneo manto de cultivo e infraestructura camino de Rio de Janeiro.
Asociando lo que antes estaba separado (las lenguas, los gustos, los ideales, los alimentos, las políticas, los sabores, etc) inevitablemente barremos los márgenes de un sistéma ecológico donde existían lugares sin traducción, rincones donde la humanidad hablaba otro idioma y respiraba otro aire.

La lectura de este mismo mensaje traza en sus destinatarios y emisor esa infraestructura del espacio común dominante. Los minutos que cada día compartimos en ese espacio común (mensajes, marcas, canciones, pensamientos, frases hechas) reducimos un poco más la diversidad. La cultura es cada vez más una curiosidad y el turismo entrará pronto en crisis, cada vez es más difícil hacer regalos de viaje, adonde ir cuando no haya nada exótico?, la búsqueda moderna de lo exótico puede haber sido una forma para incorporar lo diferente en lo igual, dentro de doscientos años me pregunto a qué distancia estará el español del inglés.

Si acaso, la homogeneidad se dividirá entre quienes median con las cosas (un concierto real de música) y quienes median con las maquinas que median con cosas (quienes van al médico por youtube). La misma mecánica de los rendimientos marginales (creo que se llama) que aplicamos a los bienes reclama su eficiencia en otras esferas de la vida: si un tipo de mensaje, si un ideal puede alcanzarnos a todos porqué tener varios.

El asunto es cuánto podremos subvencionar la diversidad, los tomates con piel gorda, los osos polares, las lenguas muertas, los bailes regionales, el hielo, la música que de verdad es alternativa, el amor atípico, la vida privada.

El vocabulario de lo real ya es menor y las diferencias nacerán como burbujas dentro de la homogeneidad; discutiremos sobre las diferencias entre este y ese capuchino, lo invisible estará en otras cosas y por un tiempo seremos más parecidos, aunque no debemos sentir nostalgia por las palabras perdidas sino reafirmar la dentellada que un lobo debe dar a una oveja: no podemos querer ser diferentes pero entendernos entre todos.

Pensiones de mujer, desigualdad salarial

Si usted dice que va a hacer reformas en su casa sabemos que quiere mejorarla. Si el Gobierno habla de reformar las pensiones tenemos claro que no. Se llama “hacer el sistema sostenible”. Si para ello se reúne un grupo de expertos ya no tendremos duda de que la cosa acabará fatal para nuestros intereses. El viernes próximo será la cuarta reunión.

Mercedes Ayuso, única integrante del grupo, impide que podamos hablar de “Doce hombres sin piedad”. Pretenden estas personas que suban las pensiones cuando crezca el producto interior bruto (o sea, ahora no) y que bajen en la crisis (es decir, ahora sí). También se habla de vincular la pensión a la esperanza de vida, lo que me ha recordado las palabras del ministro japonés de Finanzas, sobre que las personas mayores deben “darse prisa y morir” para no ser gravosas para el Estado. No sé si al caer en la cuenta de que las mujeres viven de media más años que los hombres, a Taro Aso, que así se llama el sujeto, se le ocurrirá alguna medida más contundente.

Pensé en mi pensión. Esto, claro está, en el caso para mí deseable de que lo pueda contar, y que, llegada mi edad de jubilación, en España quede aún algún derecho laboral.

Sabía que las mujeres ganamos menos que los hombres, existe desigualdad salarial, como también que todos los datos de empleo son peores. Pues luego, es aún peor: Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a 1 de abril la pensión media por jubilación de un hombre es 1.140 euros, la de una mujer 688 y si es viuda 628. Diez euros, seis, y cinco y medio. Esa es la proporción y eso es violencia económica.

Qué busquen en otra parte porque aquí no sé qué quieren rebajar. Comparando: Por cada 8 jubilados sólo uno cobra más de 2.000 euros. Si eres viuda esto ocurre una de cada 3000 veces. Has leído bien: 8 y 3.000. Algún dato más de las pensionistas: Hay algo más de 2 millones de viudas. De ellas, un millón y medio cobra menos de 645 euros. La mitad tienen más de 80 años y muchísimas viven solas con los gastos extra que ello supone. Ahora se pagan parte de sus medicinas. Sí, comparo dos colectivos diferentes, jubilados y viudas, pero no está en mi ánimo engañar sino hacer visible. Unos cotizaron; otras, en su mayoría, no. El sistema te empuja a ser familia pero la realidad te recuerda que eres individuo. Estos hombres y estas mujeres vivieron a la vez en la misma España y con el modelo de familia tradicional en que el trabajo de uno se remuneraba y el de otra no. Ellas no trabajaron menos pero su pensión sí es menor. Esto va cambiando, ahora más del 40% del empleo es femenino. No obstante, recuerda: base reguladora y años cotizados. Y los cuidados no cotizan.

Laboratorio de Ideas Poderosas: Cata-experimento sobre innovación

Llegamos a Geolit Business Camp, una excusa para hacer que pasen cosas, un contenedor de experiencias en Expoliva 2013 ideado por el singular equipo de Geolit, el viernes 10 de mayo, aún con la alargada sombra del buen trabajo de los amigos de Gudmornin cOmunicAcióN sin ReGlaS flotando en la carpa. Llegamos con buen café y algunas ideas para degustar durante la mañana. La sabiduría de los sentidos la traía Fernando Gómez, sumiller de Paladares Linares y profesor en la Escuela de Hostelería de la Laguna. Su equipaje para la jornada: una sensibilidad refinada, un laboratorio infalible entre su nariz y su boca, 200 gramos de arábica y robusta tueste natural de primera calidad, una bolsa de perrunas y tres de roscos de vino de un horno tradicional y su buen hacer de artesano de los que se reconocen al instante.

Cuando Jesús Muñoz, gerente de Geolit, nos propuso a Juan Luís y a mi participar en este espacio que el parque científico tecnológico quería dinamizar dentro del contexto de Expoliva, pensamos en meternos en un berenjenal y liarnos en un pequeño experimento. Esta fue nuestra propuesta: hacer una breve cata dirigida de algunos productos, escuchar los sentidos y dejar que nos sorprendieran; todo ello dirigido por un buen maestro de ceremonias que nos inspirara y, a partir de las sensaciones y de sus palabras, dejarnos llevar, improvisar, conectar puntos y hacer equivalencias entre esta experiencia, el emprendimiento y la innovación en el medio rural. Sobre la marcha improvisaríamos un breve power point con una plantilla simple como base para la presentación que utilizaríamos para compartir las ideas poderosas provocadas por ese contexto.

Las explicaciones de Fernando, nuestro sumillier, fueron más que interesantes, sus conocimientos, su pasión por el tema y su manera de desenvolverse no pasaron desapercibidos, y las preguntas y las ganas de saber más de los que allí estaban nos dejaron sin tiempo para compartir las ideas que nos sugirió esta cata-experimento. Aprovechamos ahora nuestro blog para pensar en voz alta y dejar salir estas ideas escritas a vuela pluma, improvisadas, muy esquemáticas y nada elaborados.

DEGUSTANDO LOS SABORES DE LA INNOVACION Y EL EMPRENDIMIENTO EN EL MEDIO RURAL

1. Aprender a escuchar los sentidos nos permitió descubrir nuevos matices en el café, saborearlo de diferente forma a la habitual, prepararlo y beberlo de otras maneras. Si tuviera que vender café o trabajar con los hábitos de su consumo de la población mi enfoque sería sin duda mucho más rico, creativo y con más posibilidades después de esta experiencia. Escuchar todo lo que tiene que decirte un producto, no solo lo que tú quieres oír, y hacerlo desde todos los puntos de vista se antoja fundamental para la innovación. Si tus ojos son tan dominantes en tu manera de percibir el mundo que esto anula tus otros sentidos, busca la ayuda de un ciego, rodéate de ellos por un tiempo, hazles probar tu producto y escúchalos con todo tu interés. Si quieres innovar busca a personas que no sepan lo que tú sabes, que no miren como tú miras, que no digan lo que tú dices.

2. La innovación no está sólo en el producto en sí y sus características, también en sus formas de uso, en las maneras de consumirlo y de relacionarte con él. Durante la cata aprendimos otras maneras de consumo de café en otros países, los modos tradicionales de prepararlo en las zonas rurales, en países productores donde tienen el producto pero no la tecnología para hacer café como el que sale de nuestras cafeteras. Esto marca otra frecuencia y maneras de beberlo, lo que abre otras posibilidades de hacer negocio. El medio rural guarda formas distintas de vivir y relacionarse con el entorno, con los productos. Estudiar esas “maneras de vivir” también puede ser fuente de emprendimiento e innovación.

3. Siguiendo en la misma línea, podríamos distinguir entre recursos y productos. Podemos tener unos excelentes recursos en nuestro entorno rural, por ejemplo un paraje natural único, un conjunto histórico singular y de gran valor o unas galletas hechas con buena harina y mucha pasión. Sin duda son todos ellos recursos de gran valor, pero eso no los convierte en un producto sólo porque les pongamos precio, los empaquetemos o los anunciemos en nuestra web invitando al universo entero para que nos visite.
Tampoco existe un algebra simple entre recursos y productos. Como antes hemos dicho, podemos tener varios recursos y ni un solo producto, pero también pudiera ocurrir lo contrario: que un mismo recurso, que el mismo puñado de átomos sea a la vez varios productos diferentes. ¿Por ejemplo, cuántos productos pueden contener ese paraje natural único? En potencia, al menos tantos como formas de “consumirlo”, de experimentarlo.

4. No sólo fue un placer probar las diferencias en sabores, textura, olor, consumos (distintos productos al fin y al cabo) de un mismo tipo de café (un único recurso), también probamos esa mañana las perrunas y los roscos de vino. Y fue curioso y un placer sentir cómo cambiaban y se potenciaban los sabores y surgían nuevos al mezclar unos con otros. “El concepto principal tras el maridaje reside en que ciertos elementos que se encuentran en los alimentos y en el vino, como la textura y el sabor, reaccionan de manera diferente al mezclarse; y encontrar la combinación adecuada de éstos hará del comer una experiencia más placentera para el paladar. La máxima del maridaje es crear sensaciones nuevas”. (Wikipedia dixit)
¿Necesita esto muchos comentarios para entender las equivalencias entre el maridaje, el emprendimiento y la innovación? Puede ser clave a veces y enriquecedor siempre buscar nuevas uniones, relaciones nuevas y atrevidas, mezclas insospechadas, de lo rural con lo moderno, de lo tecnológico con lo tradicional, de lo divino con lo humano, de lo local con lo global,… Maridemos pues.
Pero para ello, entre otras cosas, hay que ser generoso, ceder para avanzar y compartir protagonismo. Querer estar siempre en el centro de atención hasta desear en caso extremos ser el difunto en un velatorio, significa estar enfermo de uno mismo y de las propias ideas. Pura “mouriñofrenia”. No sé qué pasará en otras regiones pero, como muy bien me comentaba esa mañana Joaquín ‘Gudmornin’, en la provincia rural que es Jaén (el mayor productor mundial de aceite de olive virgen extra) algo así debe pasar entre tanto olivo cuando aún no existe una marca de “Aceite de Jaén” tal y como pasa con otros productos que van ligados irremediablemente en nuestras cabezas al nombre de su tierra —––ej. Vinagre de Módena.

5. Y por último, nada de esto hubiera pasado, no estarías leyéndome ahora si esta cata-experimento que se nos ocurrió desde ideas poderosas para la mañana del día 10 se hubiera quedado en el papel, si no se hubiera atrevido Fernando a acompañarnos a un experiencia que sabíamos cómo iba a empezar pero no cómo podría terminar. Actuar es clave y también define a la innovación, no se trata sólo de tener ideas, sino también de hacer algo con ellas.

Cuanto de sí da un café!!!

Ecofeminismo

Le comentaba a una amiga que como estamos en abril “me toca” hablar de ecofeminismo. ¿Eco qué?, me dijo. Pensé entonces que si una persona con buena formación y gran lectora no había oído el término era muy probable que a la mayoría le ocurra igual. De hecho mi ordenador tampoco conoce el término. El ecofeminismo busca las sinergias de dos movimientos: el ecologismo y el feminismo. La primera sugiere “verde”, la segunda “mujer”. Estamos en el buen camino. El ecofeminismo hace propuestas para que las opciones a las crisis actuales sean sostenibles. Si convives de una manera armoniosa con aquello que te rodea y tienes una conciencia ciudadana sólida, ¡enhorabuena! Tienes muchas probabilidades de ser ecofeminista. Eres feminista y también ecologista.

Como señala Yayo Herrero “la subordinación de las mujeres a los hombres y la explotación de la naturaleza responden a una lógica común: la de la dominación y desvalorización de la vida, tanto humana como material”. El hombre ha sometido a la naturaleza. También a la mujer. El ecofeminismo es una respuesta de hombres y mujeres a esta injusticia.

Los medios de comunicación banalizan la información del tiempo, y el cambio climático es un problema de tal magnitud que puede peligrar hasta la vida de los seres humanos en este planeta. Si nos importa nuestro bienestar, el bienestar de las personas ¿no tendríamos que reservar un lugar privilegiado para aquellos trabajos relacionados con el cuidado? ¿No deberíamos organizarnos para que la vida, no los mercados, fuera el centro?

El ecofeminismo quiere una economía al servicio de las personas, y se lleva bien con el medio ambiente, con respetar los ecosistemas, con el color verde, con palabras como reciclaje, sostenible, democracia, corresponsabilidad, paz. Hace buen maridaje con dar valor a todos los trabajos, a los productivos y, a los reproductivos; le gusta la economía social, las cooperativas; también las residencias de mayores autogestionadas, mira con buenos ojos a los bancos de tiempo, los medios de comunicación alternativos. Cree que es una buena idea lo de un salario máximo y que es necesario un consumo responsable de la energía.

Al ecofeminismo no le gusta el centralismo, la jerarquía, la caza, la muerte. Tampoco la división sexual del trabajo. Ni el consumismo, la ostentación o los paraísos fiscales. También recela de la exaltación patriótica.

El ecofeminismo será fundamental en este siglo XXI. Es una manera de estar en este planeta, de cuidarlo, es mirar la vida a través de unos ojos verdes de mujer. Yo creo que así se ve más bonita ¿y tú?

Color azul autismo

Cuando allá por el mes de septiembre de 2012, Tomás Boyano nos pidió a Manuel Calvillo y a mi hacernos una foto para formar parte de un puñado de personas que apoyaran la causa de la concienciación sobre el autismo, obviamente, no le dijimos que no.
Quizá por mi condición de psicólogo, acostumbrado a tratar con personas que, de una u otra manera, viven circunstancias en su vida que requieren que alguien les ayude a afrontarlas; o quizás porque, como ser humano, es inevitable ser sensible a diversas situaciones personales, familiares, emocionales que puedan ocasionar malestar, incomodidad o sufrimiento a otras personas, decir que no a tan pequeño gesto hubiera sido egoísta, insensible, e incluso me atrevería a decir inhumano.
Ciertamente, como psicólogo yo sabía qué es el autismo o los trastornos del espectro autista (TEA) como ahora se denominan para intentar reflejar la amplia variedad en la que este trastorno se manifiesta. Pero saber qué es una cosa no significa conocer la realidad que envuelve a esa cosa, ni ser consciente del verdadero alcance e impacto que este trastorno ocasiona en las personas que lo padecen y en sus familias.
El día 2 de abril se celebró, como cada año desde el 2008, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo y entonces pude ver mi foto en un gran panel rodeado de otras fotos de gente de nuestra provincia de Jaén que como yo, habíamos prestado nuestra imagen a la Asociación Provincial de Autismo y/o TDG “Juan Martos Pérez” para contribuir a esa labor de concienciación acerca del autismo.
En las redes sociales pude leer enlaces a artículos y noticias que se hacían eco de la celebración de este día, a muchos de ellos les di a “me gusta” e incluso algunos de ellos los compartí en mis cuentas de Facebook y de Twitter, ¡quién, con un poco de sensibilidad, no lo hubiera hecho!, pero a pesar de ello, creo que seguía sin ser consciente del verdadero alcance e impacto que este trastorno ocasiona en las personas que lo padecen y en sus familias.
El sábado 6 de abril, fue el día escogido por la Asociación para reunirnos en su sede de Jaén a todas las personas que dimos la cara para la foto y, junto a familiares, voluntarios, profesionales, técnicos y políticos, celebrar el último acto en torno al día 2 de abril que habían preparado para este año.
Allí, la presidenta de la Asociación, Lola Hervás, nos guió, como maestra de ceremonias por toda una serie de experiencias íntimas y emocionantes que finalmente me sirvieron a mí, y creo que a muchas de las personas que allí se encontraban, para tomar verdadera consciencia del alcance e impacto que este trastorno ocasiona en las personas que lo padecen y en sus familias.
Fue un acto sencillo y emocionante del que destaco dos momentos clave: la lectura de Lola Hervás de la carta de Marta, la mamá de Helena, a todos los padres y madres de un hijo sin autismo y la proyección de un vídeo en el que se mezclan tres grandes historias: el corto “Academia de Especialistas” producido por la Fundación Orange, la historia de “El cazo de Lorenzo” de Isabelle Carrier y un resumen visual de momentos de algunas de las actividades organizadas por la Asociación. Entre esas grandes historias aparecemos identificados quienes prestamos nuestra imagen para visibilizar el autismo en esta campaña organizada por la Asociación.
Cuando cogí el coche para volver a casa, iba pensando en todo lo vivido en ese par de horas que duró el acto y me dí cuenta de todo lo que aprendí en tan poco tiempo junto a esta gente.
Si el 2 de abril es el Día Mundial de la Concienciación del Autismo, puedo decir que gracias a Tomás Boyano, a Lola Hervás y a la Asociación Provincial de Autismo y/o TDG “Juan Martos Pérez”, el día 6 ha sido el día de mi bAutismo.
Supongo que nunca sabré qué se siente al ser padre de un niño o niña con autismo, pero las experiencias que he sentido estos días, me han hecho tomar consciencia y acercarme como nunca antes a esta realidad.
Para terminar, quiero mirar de nuevo a los padres y madres de niños y niñas con autismo para admirarlos cada día en su tarea de convertirse en auténticos arquitectos de contextos para sus hijos/as diseñando escenarios y facilitándoles recursos para que puedan aprender lo que a otros niños les cuesta mucho menos; para admirarlos cada día en su tarea de convertirse en auténticos ingenieros de experiencias, convirtiendo sus familias en lugares donde sucedan las cosas que tienen que suceder para que no sucedan las cosas que no han de suceder.
Pensar en ellos y tenerlos en mi cabeza, estoy seguro que me ayudará a ser mejor padre.

Nueva York: Amores Imperfectos

Las buenas historias acontecen cuando no tienes tiempo para que nada más ocurra. Ser lector y creador a la vez. saber que tu mirada es parte de la obra, que habitar el espacio es una manera de construirlo, que no hay más respuestas posibles que nuevas preguntas. Un mucho de estas cosas hay en Alejandro de Castro, además de un amor indisimulado a Nueva York y de un ir y venir imperfecto desde el Índico al Mediterraneo, desde Yakarta hasta Cádiz, desde el tiempo sin hora de las fabelas de Río a la puntualidad ordenada de Cambridge. El piano de su apartamento en el centro de Manhatan y la litera de sus años infantiles en Jaén son los dos puntos que unen su cordón umbilical con el conjuro frenético de la Gran Manzana. Sin tiempo siempre. Y siempre como si no hubiera pasado nada. (Bajo el nombre «Amores imperfectos», empezamos hoy a publicar en nuestro blog las cartas y las miradas compartidas por Alejandro, nuestro nuevo colaborador, desde NY. Esperamos que las disfrutéis tanto como nosotros)


 

El mundo no dejó de girar, pero se volvió más lento. Sería la pesadez del plástico sobre el Pacífico, o el efecto de la repetición cansina de los días. Quizás se debía a que demasiadas veces la novedad se había anunciado y ese cambio cualitativo, llamado a desvelar el nuevo ethos no llegaba no, no llegaba. No dejaban de caer noticias y sin embargo, eran palabras huecas dando el sabor erróneo al momento. El mundo se hizo algo tan pequeño y el bosón de Higgs ilimitado; la historia una fabricación más; el conocimiento, una fabricación más; la reflexión, una tarea administrativa; los argumentos, banners; la ambición, success; debatir, negociar; los conceptos, su señuelo; los conceptos, palabras; los humanos, terriblemente tontos. Lo más obvio se nos escapa y la ingeniería hace el resto. Esa es la tragedia de los Commons. La libertad de las partes, pero la falta de libertad del conjunto. En la primavera de 2013 la fiebre de las conexiones revelaba que toda forma de trabajo no es sino una tarea política, y que toda tarea política no es sino una manifestación económica.

En medio de esa noria, historias tremendas en mi mente que he visto continuamente, que olvido y debería recordar. Tantas. La memoria tiene ese haz. En la misa gospel de Riverside, que a golpe de mantra me abrió el corazón como una naranja. En la sauna turca de la 10 con la 1, con Leonidas, en los ratos de soledad sin internet ni nada más. Representando mi papel en tantas reuniones, en las que cada vez más siento ver a todo el mundo haciendo de Oz, con su altavoz. Recibiendo secretos sobre ese gramófono mágico de Oz, cenando en Barrio Chino. Bailando en Piano’s. A la gente por la noche le encanta estar guapa, muy apretada, como si fuera un carnaval. Las siluetas se han por fín liberado, y la andrógina luce su altura y rectitud con la voluptuosidad que antes fuera el Edén de la gordura. Los colores, la textura, los trajes, los brillos, son todos, y los labios siempre llevan un color fuerte, excepto la palidez ceniza de la belleza ultraurbana. Todos nos gustamos, y todos llevamos una historia dentro.

En Nueva York, toda la gente que conozco está detrás de algo, y compartimos una dopamina sobre la que patinamos de lunes a domingo. Todo Nueva York está viajando, se parece a un baile frenético, se parece a celebrar un gol, también a la inundación de un hormiguero. Es sencillamente indescriptible lo que hay dentro de la máquina de novedad. Es como un pulmón en plena carrera. Como la proa del Nautilus. Es como ser famoso. Como poder soñar despierto. Como trabajar de resaca también. Esta primavera, quizás porque me atrevo a mirar a Nueva York de reojo, la estoy disfrutando como antes no hice. Permitidme ser repetitivo: no me puedo acordar de todas las conversaciones que procuro y disfruto. Por algún motivo ya me encuentro a gente por la calle, conozco a los conocidos de amigos, mi nombre está en el de terceros. Los viernes cuando puedo me acurruco en un japonés y veo pasar las manadas de adrenalina de los college students. Los nuevos me miran como si llevase mucho tiempo. No creo que la ciudad sea sostenible, es más bien una excepción como lo pudo ser Roma, es una concentración de voluntad e intensidad que me hace pensar que difícilmente haya otras así. Por mucho que suene tonto, o pedante, sencillamente las noticias se hacen de pedazos de vida personal, y yo veo pedazos, por pequeños que sean ellos, de esa vida.

Varios mensajes previous a este tengo a medio escribir; la dificultad estriba en poder resumir mis noticias, y en mi dificultad de transmitir un mensaje. Pese a que no lo hay, os confieso mi fascinación, y mi sensación de peligro: porque la ecología de Nueva York es exceptional, y porque la de verdad creo que se está yendo al carajo por cosas que nacen o florecen en Nueva York.

Querido papá

Hoy, día del padre, me gustaría hablar de los permisos que, quienes trabajamos, tenemos cuando nace una criatura y que reflexionáramos sobre lo injusto de que sean inferiores para el padre, o lo absurdo, si pensamos en que hay distintos tipos de parejas y que, además de nacimiento, estamos hablando de adopción. Por tanto, más que de hombre y mujer quiero que me permitáis hablar de dos personas cuidadoras.

Actualmente, el permiso principal sigue siendo el de maternidad, de dieciséis semanas de duración. De ellas, seis son de uso exclusivo de la madre y de las diez restantes ella puede optar porque el otro progenitor disfrute de una parte determinada. Pese a esa flexibilidad es la mujer la que en un noventa y cuatro por ciento de los casos hace uso completo del mismo. Preguntémonos las causas.

Por otro lado, en toda la Ley de Igualdad la medida más innovadora fue el permiso de paternidad, un derecho individual y exclusivo del padre. Y ello es así, porque por primera vez en nuestra legislación una medida para conseguir la igualdad no iba dirigida a las mujeres. Con este permiso se intenta transformar el día a día de una familia, porque se pretende incentivar la implicación de los hombres en las responsabilidades familiares. Como no se puede transferir y si no se usa, se pierde, la mayoría de hombres disfruta de él, no como en el de maternidad.

Resumiendo, una trabajadora al ser madre tiene dieciséis semanas de permiso y un trabajador al ser padre sólo dos. Derechos diferentes. Mal mensaje ¿no? Ello significa que desde el poder se nos está diciendo que las mujeres han de ocupar el espacio doméstico y los hombres el público. También, que ser padre es menos que ser madre. Que ella es la actriz principal y él tiene un papel secundario. Como ello no es ni debe ser así, la plataforma PPIINA (Plataforma por Permisos Iguales e Intrasferibles por Nacimiento y Adopción) reivindica permisos parentales iguales e intransferibles de nacimiento y adopción.

Cuando los permisos sean iguales las tareas de cuidado serán compartidas, y eso nos beneficiará al conjunto de la sociedad. Las hijas e hijos serán quienes primero se alegren. Muchos padres tendrán tiempo para cuidar y disfrutar de su bebé; las mujeres, madres o no, no llevarán en la frente el sello que diga “menos disponible para el mercado laboral” y puede que, hasta el gobierno no sólo la vea justa, sino además conveniente, cuando la tasa de natalidad invierta su tendencia negativa.

En este día del padre, quienes tuvimos suerte en ese reparto sabemos que además de parir, hay muchos más verbos: querer, cuidar, alimentar, besar, reír, llorar, soñar, dormir, enseñar, regañar, amar, jugar, bailar,…y es que, por encima de las etiquetas que se empeñan en ponernos ¿hay algo más parecido a una madre que un padre?

Libre te quiero

Quizá porque no soy madre sí me sorprende mucho ver cómo hay mayores que se desconciertan al ver actitudes machistas en parejas de adolescentes y jóvenes. Creo, que cegadas por el amor que sienten a sus hijas e hijos estas personas piensan que las nuevas generaciones vienen mejor “de serie”.Y claro, eso no es así. El ser humano es el mismo ahora y hace mil años.

Y nosotras leímos a Blancanieves y a Cenicienta y ellas, las jóvenes de hoy también. Así, por ejemplo, el estudio “La socialización desde Disney. La figura de la mujer en los clásicos” evidenciael efecto socializador que estas películas tienen y cómo influyen en que niñasy niños asuman sus roles sociales. Los cuentos les enseñarán cual “debe ser” su papel en la vida y así, van viendo natural algo que quizá no lo es.

En esos cuentos las mujeres son princesas,bellas, sumisas, pasivas, miedosas dependientes, irracionales, débiles,inferiores… Los hombres son príncipes, de escala social superior, cultivancuerpo y mente y utilizan la violencia para conseguir que el bien triunfe. Ellaanhela un hombre en el que encontrar el amor, su media naranja, que le apartaráde esa vida desgraciada que, sin él, le habría tocado vivir. Ella esperará atener la suerte de ser la elegida porque el papel activo lo tendrá él.

Por eso, puede que entre otros, Disney tenga la culpa de que las chicas sigan soñando con un príncipe azul y que lasmujeres sigan mitificando la figura masculina, buscando en ella cariño yprotección. Mientras, los chicos aprenden que tienen que ser fuertes,protectores, valientes y, también, violentos. Y ambos que, por supuesto, elobjetivo de la existencia, es tener pareja. En otro caso, por algo será.

El otro día, por San Valentín,leí un excelente artículo en que nos señalaba cómo todos los cuentos acababan en aquello de “fueron felices y comieron perdices” pero no explican qué ocurría después, si la pareja compartía las tareas domésticas, si se respetaban, si cuandoya no había belleza/juventud se seguían atrayendo,… y es que es muy probable que si basamos nuestra existencia en este amor romántico, desigual, la cosa no acabe bien.

Es por eso que estaría bien enseñar a nuestros jóvenes a que el amor no puede estar basado en la necesidad ni en el miedo a la soledad. Que ha de ser generoso, entre iguales, no posesivo. Porque quien te quiere no necesitar controlar todo lo que haces, ni te chantajea ni te amenaza. Que no es amor si te prohíbe. Que más celos no es más amor. Que si no hay alegría y felicidad en una relación, la ruptura evita males mayores. Endefinitiva, que el amor debe ser parecido al poema de Agustín García Calvo, Libre te quiero.

¡Más dopamina! (o sobre la medicalización del aprendizaje)

Algunos amigos me lo tienen dicho “no te metas por ahí, no leas estas cosas que después nos toca a nosotros aguantarte” Y llevan razón, y por más que lo sé y por más que me exponga a ellas no logro habituarme.

El caso es que hace unos días pesqué en las redes este post sobre Neurociencia, trastornos de aprendizaje y fracaso escolar en el que se afirma: “La primera causa de las dificultades de algunos alumnos para seguir el ritmo del resto de compañeros son los trastornos del aprendizaje, que afectan en torno al 15% de la población en edad escolar (4-5 alumnos en cada aula de 30). Nos cuesta mucho concebir que aprender depende principalmente del cerebro. Los trastornos para el aprendizaje, de base neurobiológica, están detrás de la mayoría de casos de fracaso escolar. El mundo educativo tendría que asumir que como mínimo el 15% de la población en edad escolar tiene algún trastorno del aprendizaje”.

Maldita neuromanía!!. Pareciera como si cualquier actividad humana, desde la más simple a la más compleja, pudiera explicarse en términos de estructuras cerebrales y sus procesos fisicoquímicos, todo ello apoyado por un peculiar márketing de lo científico y lo académico que lo envuelve todo de un halo futurista e irrefutable.

Permitidme que divida y comente ese breve post en tres partes.
Se comienza diciendo: “La primera causa de las dificultades de algunos alumnos para seguir el ritmo del resto de compañeros son los trastornos del aprendizaje, que afectan en torno al 15% de la población en edad escolar (4-5 alumnos en cada aula de 30)”.
Sin duda esta afirmación es un gran disparate. Bueno, ya que estamos en red seamos más cautos y digamos que se trata de un argumento pseudocientífico y tautológico, una afirmación circular que no explica nada, que pretende ofrecer como explicación de una realidad lo que no es más que una descripción de la misma. Afirmar que “La primera causa de las dificultades de algunos alumnos para seguir el ritmo del resto de compañeros son los trastornos del aprendizaje” es tanto como decir que “la primera causa de que una persona tenga 39,5º de temperatura es la fiebre”. Un gran argumento científico ¿verdad?.

Continuemos re-leyendo: “Nos cuesta mucho concebir que aprender depende principalmente del cerebro. Los trastornos para el aprendizaje, de base neurobiológica, están detrás de la mayoría de casos de fracaso escolar”.
¿Qué aprender depende principalmente del cerebro? El mito del cerebro creador, revelación divina!!! Por supuesto, sin cerebro no hay aprendizaje, ni respiración, ni vida, pero tal vez el aprendizaje tenga algo que ver con aspectos mucho más mundanos como la educación y las costumbres familiares, el dinero que invierte el gobierno en educación, tener buenos maestros, tener recursos y materiales adaptados, poder acceder con facilidad a los centros de cultura y ocio, tener buenos hábitos, estar interesado, esforzarte un poquito cada día,…

Por otra parte, ¿qué será eso de “trastornos del aprendizaje con base neurobiológica”? Que yo sepa todos los trastornos y los éxitos en el aprendizaje o de cualquier otra actividad humana tienen una base neurobiológica. Este reduccionismo cerebrocentrista desplaza a la persona y a la cultura a un punto residual, a mera variable dependiente, despojándolas de su responsabilidad y negándoles su papel como creadores no sólo de su propio cerebro o de su aprendizaje, también de sus actos, sus decisiones, de sus sentimientos, sus pensamientos, sus pasiones, sus miedos o sus miserias.

Y terminemos con la última frase: “El mundo educativo tendría que asumir que como mínimo el 15% de la población en edad escolar tiene algún trastorno del aprendizaje”.
Ante este tipo de afirmaciones y conclusiones el siguiente paso lo tenemos servido en bandeja: medicalicemos el aprendizaje. Incluyamos más asignaturas de neuropsicología en los planes de estudios de profesores y orientadores, menos filosofía menos pedagogía y menos psicología y más neurotransmisores. Incluyamos médicos o neuropsicólogos en los departamentos de orientación, en los equipos de educación especial, incluyamos un TAC en cada instituto, exijamos las madres imágenes en color del cerebro en funcionamiento de nuestrxs hijxs, que nos digan cómo estimular la amígdala para que nuestrxs alumnxs trabajen más y mejor de manera colaborativa o cómo activar las neuronas espejo para potenciar su empatía. Y dejemos que las compañías farmacéuticas comiencen a decirnos qué es un problema de aprendizaje y qué no y cómo debe ser tratado. Cambiemos la sal y el aceite de oliva virgen extra de los comedores escolares por Ritalin, Adderall o Concerta (metilfenidato, droga utilizada con los niños diagnosticados con TDAH -Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). ¿Te parece exagerado este comentario?

Si quieres profundizar en estos despropósitos no dudes en abrir este archivo al que hace referencia y se enlaza desde el post que hoy estamos comentando. “El aprendizaje en la infancia y la adolescencia: claves para evitar el fracaso escolar” es un documento del Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia del Hospital de Sant Joan de Déu, con la colaboración de Obra Social Fundación “la Caixa”. El equipo de autores está compuesto por un pedagogo, una logopeda, un director de un centro escolar y 4 neuropsicólogos (pareceía demagogia lo de medicalizar la educación ¿verdad?). Este equipo elabora un remix de distintos datos y afirmaciones, algunas serias, otras vagas, derivadas de distintos estudios relacionados con la infancia, la adolescencia, el aprendizaje, la psicología, la pedagogía o la neurología e incluye unas estupendas imágenes de cortes sagitales y axiales del cerebro coloreado, estableciendo relaciones causales donde no hay más que correlatos fisiológicos de ciertas actividades con dchas imágenes cerebrales.
Al menos se reconoce en el mismo documento que “No existe ningún marcador biológico para el diagnóstico del TDAH. Es decir, ningún análisis ni prueba médica es útil.” (ver vídeo de más arriba) Y sin embargo se afirma con rotundidad que la base del trastorno es especialmente de tipo médico y parte imprescindible del tratamiento sería farmacológico. Curiosa prudencia para hablar como científicos. A la luz de este trabajo pareciera que nada tiene que ver la desigualdad social y económica en los trastornos del aprendizaje, o que no afectan al rendimiento escolar aspectos como el nivel cultural de los padres o algunas costumbres familiares como la lectura.

Sea como sea, esta moda del cerebro no es algo nuevo, se trata de una sugerente tendencia alimentada por los mass media y por muchos gurús en las redes sociales de distintas disciplinas, una tendencia que seduce con habilidad, gracias a su lenguaje atractivo y metafórico, y conquista a científicos, académicos y personas de andar por casa y a los profesionales no solo de la educación, de la medicina o de la psicología, también de la economía (neuroeconomía), el márketing (neuromárketing), la ética (neuroética), religión (neuroteología), el comportamiento social (neurociencia social), la educación (neuroeducación), etc. Por no hablar del juego y el fascinante pero falso apoyo científico que este lenguaje le ofrece a muchos de los que se dedican a lo que quiera que sea el coaching y otras psicocosas.

Este uso mágico-científico del lenguaje de la (neuro)química-física-bilogía parece poder explicar casi cualquier acto que tenga que ver con lo humano, y aunque reducir nuestra complejidad al funcionamiento del cerebro puede parecer una solución científica, atractiva y elegante, esto no deja de ser a día de hoy una ilusión, una quimera, además de un magnífico negocio.

No se trata de olvidar el papel del cerebro ni negar los importantes y necesarios avances de la neurociencia y su utilidad. Sin embargo otro enfoque más humanista y con mayor serenidad a la hora de sacar conclusiones y grandes titulares es posible. Un grupo de científicos desde la psicología y la neurología comienzan a dejarse ver ( Paolo Legrenzi, Molly Crockett, Marino Pérez,…) y a ofrecer una perspectiva distinta sin dejar de atender y reconocer la importancia que el cerebro tiene para entender el comportamiento, las enfermedades, los logros, la sociedad,.. Profesionales que tienen muy claro que se trata de niveles de análisis diferentes que no se deben mezclar alegremente ni establecer entre ellos relaciones mecánicas causa-efecto. Se trata de científicos, psicólogos, filósofos que no pierden de vista que el ser humano no sólo es una entidad biológica, sino también biográfica y cultural. Bajo mi punto de vista, esta forma de entender y estudiar el cerebro no sólo es mucho más seria, sino también mucho más útil y prometedora para entender(nos) mejor y abrir nuevas preguntas, nuevos caminos y nuevas soluciones.

Mis amigos llevan razón, no debería exponerme a estos blogs. Debe ser que mi amígdala no está muy desarrolla o que ando fatal de neuronas espejo y no puedo empatizar y, sin remedio, me pongo negro cuando leo este tipo de artículos de la “ciencia amarilla”.
Hoy pediré doble ración de dopamina en la ensalada.

Voluntariamente

Te será familiar la campaña “Doce meses, doce causas” que ya hace tiempo inició una cadena de televisión. Aprovechando este formato y bajo el lema “12 causas feministas para un 2013 menos machista” cada mes, asociaciones, instituciones y personas de todo el mundo difundiremos a la vez información sobre un tema importante para la erradicación de las violencias contra las mujeres. Y es que para que se produzca la violencia que, en algunos casos, llega al asesinato de mujeres, por el hecho de serlo, es necesario que haya un caldo de cultivo aceptado por la sociedad. Por eso el primer mes, enero, comenzamos hablando de la violencia simbólica.

¿No es violencia acaso desear ponerme prótesis mamarias si no estoy en el mundo con la talla de moda? ¿No es violencia no atreverme a dejar crecer mis canas o no ser capaz de asomarme al mundo sin las pinturas de guerra? ¿No lo es que la publicidad día tras día, a todas horas, presente mi cuerpo como un conjunto de imperfecciones que hay que corregir? ¿O que la belleza sea una característica mucho más necesaria para ser mujer que para ser hombre? ¿No es violencia que en muchos casos sea nuestra madre quien nos inicie en estos ritos?

Porque la violencia simbólica arranca sumisiones que no se perciben como tales; tan bien nos han “educado” que muchas veces hasta nos gusta. Y en esto es curioso como las occidentales reaccionamos cuando vemos algo que nos espanta de otras culturas. El otro día, hablando de la tradición que durante siglos se realizó en China mediante la cual se vendaba los pies de las mujeres para reducirlos de tamaño y que fueran más atractivas para la mirada del hombre yo lo comparaba con nuestros tacones; el objetivo que se persigue es el mismo. Una amiga me respondía que había una gran diferencia y es que a las chinas se les obligaba y nosotras de los tacones nos podemos bajar cuando queramos ¿estás de acuerdo? ¿realmente es voluntario ¿Porque, si es así, ya estamos tardando, y es que por cada hombre con juanetes hay diez mujeres que los padecen. Esto sin contar los problemas de espalda, de rodillas,… o que nos hacen ir más lentas. Pero se me olvidaba: “Nosotras es que queremos gustarnos a nosotras mismas”. ¿Qué mujer en su sano juicio, y sin embarazo de por medio, estaría orgullosa de su barriga? Ellos son mucho más libres.

¿No te parece violento que llamemos parto natural al que es con dolor, o que a nuestras mejores actrices o presentadoras de televisión al llegar a la madurez no les permitan tener arrugas? Dirás que qué cosas digo, si se operan es porque quieren. Pues no, aprende el nombre, se llama violencia simbólica y la sociedad, toda, la practica contra ti.[/wr_column]][wr_text]Te será familiar la campaña “Doce meses, doce causas” que ya hace tiempo inició una cadena de televisión. Aprovechando este formato y bajo el lema “12 causas feministas para un 2013 menos machista” cada mes, asociaciones, instituciones y personas de todo el mundo difundiremos a la vez información sobre un tema importante para la erradicación de las violencias contra las mujeres. Y es que para que se produzca la violencia que, en algunos casos, llega al asesinato de mujeres, por el hecho de serlo, es necesario que haya un caldo de cultivo aceptado por la sociedad. Por eso el primer mes, enero, comenzamos hablando de la violencia simbólica.

¿No es violencia acaso desear ponerme prótesis mamarias si no estoy en el mundo con la talla de moda? ¿No es violencia no atreverme a dejar crecer mis canas o no ser capaz de asomarme al mundo sin las pinturas de guerra? ¿No lo es que la publicidad día tras día, a todas horas, presente mi cuerpo como un conjunto de imperfecciones que hay que corregir? ¿O que la belleza sea una característica mucho más necesaria para ser mujer que para ser hombre? ¿No es violencia que en muchos casos sea nuestra madre quien nos inicie en estos ritos?

Porque la violencia simbólica arranca sumisiones que no se perciben como tales; tan bien nos han “educado” que muchas veces hasta nos gusta. Y en esto es curioso como las occidentales reaccionamos cuando vemos algo que nos espanta de otras culturas. El otro día, hablando de la tradición que durante siglos se realizó en China mediante la cual se vendaba los pies de las mujeres para reducirlos de tamaño y que fueran más atractivas para la mirada del hombre yo lo comparaba con nuestros tacones; el objetivo que se persigue es el mismo. Una amiga me respondía que había una gran diferencia y es que a las chinas se les obligaba y nosotras de los tacones nos podemos bajar cuando queramos ¿estás de acuerdo? ¿realmente es voluntario ¿Porque, si es así, ya estamos tardando, y es que por cada hombre con juanetes hay diez mujeres que los padecen. Esto sin contar los problemas de espalda, de rodillas,… o que nos hacen ir más lentas. Pero se me olvidaba: “Nosotras es que queremos gustarnos a nosotras mismas”. ¿Qué mujer en su sano juicio, y sin embarazo de por medio, estaría orgullosa de su barriga? Ellos son mucho más libres.

¿No te parece violento que llamemos parto natural al que es con dolor, o que a nuestras mejores actrices o presentadoras de televisión al llegar a la madurez no les permitan tener arrugas? Dirás que qué cosas digo, si se operan es porque quieren. Pues no, aprende el nombre, se llama violencia simbólica y la sociedad, toda, la practica contra ti.[/wr_text][/wr_column][/wr_row]