De nuevo de la mano de FEMAREC estuvimos impartiendo el curso «Habilidades para la comunicación, motivación y cohesión de equipos de trabajo interdisciplinares» para las trabajadoras -auxiliares de ayuda a domicilio en su mayoría- de la empresa GEISS-96. Para ello nos desplazamos a Priego de Córdoba entre los días 26 y 30 de junio.
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Taller para aprender a hablar en público en Escuela Arte Granada
Los pasados 22 y 23 de enero y 5 y 6 de febrero (2016), llevamos a cabo respectivamente los talleres de entrenamiento de hablar en público «Encuentra tu voz» y «Trainig using drama», junto con la Escuela Arte Granada. A lo largo de 25 horas estuvimos entrenando la oratoria y las competencias necesarias para hablar en público, todo ello a partir del conocimiento de las propias maneras de sentir y actuar para integrar nuevas competencias y encontrar la manera única y personal de comunicar de cada participante.
En el taller «Encuentra tu voz» estuvimos trabajando un proceso de diseño de discursos y de entrenamiento personal que, por un lado, ayudó a los participantes a plantear y estructurar un discurso eficaz, facilitando la conexión con la audiencia, y al mismo tiempo contribuyó a que cada participante descubriera su propio estilo de hablar en público a partir del cual ir depurando sus habilidades e integrando otras nuevas. Analizamos además desde una perspectiva experiencial y contextual qué es la ansiedad y algunas implicaciones prácticas para tratar con el miedo a hablar en público.
En el taller «Training using drama» utilizamos técnicas teatrales, actividades de improvisación y técnicas propias de la modificación de conducta para el entrenamiento de los aspectos vocales y no verbales de la comunicación a la hora de hablar en público. Aprendimos además a tratar con las propias emociones y con el temor al ridículo para dejarnos ver y conectar con nuestra audiencia, y comprobamos la importancia de aceptar propuestas y de ser capaces de romper la cuarta pared, ese muro invisible que separa el «escenario», desde donde representamos nuestro discurso, de las personas que nos escuchan.
Fueron dos fines de semana intensos, llenos de grandes momentos, de pequeñas derrotas memorables y de muchos retos personales. Tuvimos la suerte de contar con un grupo de personas llenas de fuerza, dispuestos a «jugar» y con muchas ganas de trabajar. Aprovechamos este rincón para daros las gracias por confiar en nosotros, por vuestra generosidad a la hora de compartir experiencias y de aceptar nuestras propuestas, y por el placer y el lujo que ha sido trabajar y aprender durante 25 horas con vosotros.
Y, ahora sí, «ya está».
Volviendo a la Escuela Arte Granada. Pura química
Ayer 8 de noviembre comenzamos nuevo curso en la Escuela Arte Granada. Volvemos a impartir la asignatura Técnicas para hablar en público, especialmente enfocada a la preparación de competencias y habilidades de comunicación para la presentación abierta al profesorado y los alumnxs del proyecto final. Este año estaremos aprendiendo con dos grupos de “Diseño Gráfico y multimedia” y uno más de “Diseño y Arquitectura de Interiores”
Ya le hemos tomado el pulso a dos de los tres grupos y las primeras sensaciones han sido realmente buenas. Un grupo activo de alumnxs de procedencia, experiencias y aspiraciones muy diversas, pero todos con interés en lo que está por venir y con ganas de comenzar a ponerse a prueba.
Las 4 horas de clase de Técnicas para hablar en público han pasado casi sin darnos cuenta y hemos vuelto a disfrutar en las clases de nuestra escuela de diseño preferida.
En Ideas llevamos varios días investigando qué factores hacen que trabajar en la EAG cause estos buenos efectos, y creo que ya hemos dado con ellos: seriedad, profesionalidad y tres elementos claves para que todo funcione de manera especial (Belirio, Niquel y Cesio). Pura química.
Aprendiendo a hablar en público: resultados de una experiencia.
Como ya contamos en otro post, este curso hemos impartido la asignatura Aprender a hablar en público en la Escuela Arte Granada. En Ideas Poderosas llevamos más de 12 años formando a futuros docentes, estudiantes, jóvenes, personas desempleadas, equipos directivos, consultores, asociaciones de empresarios, profesionales del tercer sector, de fundaciones y de entidades públicas y privadas del ámbito de la sanidad, finanzas, servicios sociales, seguros, etc. Fruto de esta experiencia son algunas de las acciones que hemos diseñado, normalmente en formato taller, para trabajar una serie de competencias de manera intensiva a lo largo de 2-3 días. Nos referimos a talleres como: Storytelling, Training Using Drama, Diseñando presentaciones eficaces o Encuentra tu voz. Recoger la esencia de estos talleres y adaptarlos a un formato de asignatura menos intenso y más espaciado en el tiempo era el primer reto a la hora de preparar nuestro nuevo trabajo en la Escuela Arte Granada.
Pensamos que una asignatura como aprender a hablar en público implica mucho más que el desarrollo de un programa estándar y automático para entrenar una serie de habilidades de expresión y comunicación ante una audiencia. Hablar en público para la mayoría de nosotros, que no estamos acostumbrados ni hemos sido enseñados a hablar de manera formal delante de otras personas, antes que un ejercicio de comunicación es una experiencia emocional intensa, antes que una actividad de enfrentamiento ante una audiencia es un actividad de enfrentamiento a uno mismo, a las propias sensaciones, a la incomodidad y la ansiedad de dejarse ver y sentirse vulnerable.
Por tanto no se trataba tan solo de entrenar en la clase habilidades propias del diseño y ejecución de una exposición oral: distribución del tiempo, estructura, selección de contenidos relevantes, inicio y final, lenguaje utilizado, uso de preguntas, dicción, mirada, vocalización, control de espacio, etc. y en definitiva todo lo relacionado con la comunicación verbal y no verbal. De manera congruente con esto, desde el primer día en el aula se trabajó el aspecto verbal-emocional -simbólico asociado a la experiencia de hablar en público, es decir trabajamos con la ansiedad, el temor a ser observado, al miedo al ridículo, a quedarse en blanco, a bloquearnos, etc. Y aprendimos que la ansiedad no es parte del problema, sino un elemento más desde el que trabajar en el marco de una buena ejecución.
Para conocer las expectativas, las actitudes y los temores previos de nuestros alumnos/as antes de comenzar la asignatura, el primer día de clase completaron dos cuestionarios. Después de cinco sesiones y 10 horas de clase los mismos participantes volvieron a responder los mismos formularios. De esta manera buscábamos tener algunas pistas acerca del efecto que puede tener el paso de los estudiantes por nuestra asignatura sobre sobre sus actitudes y otros aspectos emocionales relacionados con la experiencia de hablar en público.
Los resultados de estos formularios, que puedes verlos en esta infografía, y los resultados de la evaluación que el alumnado hizo de nuestro trabajo nos aportan algunos motivos para la satisfacción y, lo que es más importante, nos señalan aspectos a corregir y no pocas ideas para rediseñar actividades y métodos de trabajo y de evaluación que sin duda mejorarán la asignatura. Tomamos nota de cara al siguiente curso.
Nota: si a alguien le interesan los cuestionarios para utilizarlos a nivel personal o para trabajr con un grupo puede ponerse en contacto con nosotros en: imagina@ideaspoderosas.com
Consultoría y formación: retos y oportunidades
Seducir sin vender humo, diseñar desde las no-certezas, radicalizar la empatía, completar desde la simplicidad, aulas como laboratorios, aprender desde lo imprevisto y nunca dejar de observar. Cada nuevo curso, taller, experiencia formativa o de consultoría supone para nosotros un reto y una oportunidad.
EL RETO
En gran parte el reto tiene que ver con seducir sin vender humo, con conseguir que nuestros alumnos y clientes comiencen y terminen no sólo con ilusión, con buenas expectativas y con la sensación de haber participado en una experiencia divertida, sino también que hayan conseguido un aprendizaje práctico y útil que suponga un cambio real en su manera de trabajar y/o de conocerse y convivir con ellos mismo y con los demás.
En Ideas Poderosas nos gusta pensar que cada participante después de nuestros cursos, talleres o experiencias siempre se llevan algo nuevo en sus manos, en su cabeza y en su corazón. Para ello el planteamiento y diseño de cualquiera de nuestras actividades tiene siempre su inicio más en las dudas que en las certezas. En cada una de las acciones que diseñamos partimos de esta pregunta: ¿qué tiene que hacer (y este hacer tiene que ver tanto con eventos públicoscomo privados, es decir habilidades, actitudes, emociones, conceptos,…) o hacer de manera diferente una vez que termine su experiencia con nosotros? Sin renunciar a el valor de lo subjetivo y losconocimientos tácitos, siempre intentamos responder a esta pregunta de manera concreta,operativa y refiriéndonos a resultados observables.
El planteamiento serio de esta cuestión es ante todo un ejercicio radical de empatía, un ejercicio de infidelidad, de desconectar de los valores, creenciasy experiencias propias para conectar con las de nuestros alumnos y clientes. Esto implica conocer lo mejor posible a las personas y las organizaciónes en las que trabajan, sus funciones en ella y el contexto en el que tendrán que aplicar los nuevos aprendizajes, conocer qué nuevas habilidades necesitan y para qué, de qué manera las podrán aplicar o cómo los nuevos aprendizajes mejorarán su satisfacción personal con su propio trabajo. En este juego de empatía, el marco relacional que forman las emociones-relaciones-valores será clave para responder con éxito todas estas preguntas.
LA OPORTUNIDAD
Cada curso, cada proyecto de consultoría, cada experiencia formativa supone para nosotros una oportunidad para disfrutar de lo que nos gusta hacer, para andar en los zapatos de nuestros alumnos, para aprender y poner a prueba nuestro trabajo.
En este sentido nos gusta plantear nuestros talleres y cursos como laboratorios, espacios en los que no sólo los participantes pueden poner a prueba en un contexto de seguridad nuevas habilidades, sino donde nosotros podemos ensayar nuevas actividades y testearlas para desechar unas e integrar otras en nuestros procesos de trabajo. Intentamos de esta manera dejar espacio a la serendipia y el aprendizaje de lo imprevisto y observar lo que ocurre en nuestras sesiones de trabajo, lo que hablan nuestros alumnos y clientes, sus éxitos y sus bloqueos mientras están poniéndose a prueba a ellos mismos y a nuestras propuestas.
Esto hace que cada acción sea una experiencia radicalmente diferente y que el diseño de cada taller vaya evolucionando, depurandose y enriqueciéndose desde la simplicidad gracias a estas pruebas y a la gran información que, aún sin saberlo muchas veces, nuestros alumnos y clientes nos dan. De esta manera talleres como el de storytelling o encuentra tu voz van creciendo y ganando en capacidad de adaptación y aplicación con distintos colectivos, propósitos y contextos.
Para Ideas Poderosas el primer semestre de 2015 ha estado llenos de retos y oportunidades, pero sobretodo de personas con la inquietud de mejorar su trabajo y cambiar su realidad más inmediata que es la mejor manera, si no la única, de avanzar y cambiar el mundo.
(Gracias a la UNIA, Jaén Acoge, al Aula Integral de Formación, a Andalucía Emprende y los CADE de Arjonilla-Pegalajar-Puente deGénave-Orcera, al Ayuntamiento de Torres, al Complejo Hospitalario Ciudad de Jaén, a la Escuela Arte Granada y Antares Consulting por los retos y las oportunidades que nos habéis ofrecido estos último meses).
Comunicación: la metáfora del canal.
Nuestro lenguaje sobre el lenguaje está basado en un viejo mito, una metáfora que por un lado nos ayuda a entender(nos) y hablar(nos) sobre una supuesta realidad objetiva, y que a la vez nos sitúa de una manera y no otra en el mundo, estructura la forma en que percibimos lo que quiera que sea esa realidad y el modo en que nos relacionamos con ella y los demás.
Michael Reddy se refiere a esta forma de entender el lenguaje como “la metáfora del canal”. Esta metáfora plantea que las ideas, los mensajes (significados) son objetos, las expresiones lingüísticas serían una suerte de recipientes que contendrían estos objetos y la comunicación consistiría en el envío de estos objetos debidamente “empaquetados” de un lado a otro, de una persona a otra.
Emisor-mensaje-canal-receptor-…., esta es la caprichosa y cansina descripción de comunicación que desde pequeños nos han enseñado, que siempre hemos creído y que configura en cierto modo nuestra manera de entender las relaciones, la educación, los conflictos, la posesión de la verdad o incluso las relaciones de poder. Un modelo que ayuda a justificar ciertas concepciones y metodologías “industriales” de la comunicación, y el aprendizaje en el que el conocimiento no se descubre, no se construye ni se genera con el otro, sino que se posee como verdad cierta por parte de los docentes, los expertos o los políticos, y que éstos habrán de transportar, vender o regalar a su alumnado que aprende o a sus ignorantes y agradecidos ciudadanos.
“La metáfora del canal” una aparente verdad irrefutable y universal, un modelo fácil de explicar y hasta cierto punto descriptivo y cierto de lo que implica comunicar. Se podría decir que se trata de un patrón incluso útil para enfrentarnos de una manera racional con nuestras complicadas experiencias como seres verbales, como animales sociales. Se trata en definitiva, de una inteligente pirueta lingüística que nos ayuda a transformar algo tremendamente contextual, complejo y multicausado en algo más lineal, mecánico, manipulable y entendible.
Esta metáfora del canal supone que las palabras tienen significados en sí mismas como contenedoras de mensajes, de significados que son independientes de cualquier contexto o hablante/oyente. En cierta manera esta metáfora es cierta, justa y útil en muchas situaciones, aquellas en las que las diferencias de contexto y las diversas experiencias vitales de los oyentes y los hablantes son mínimas, no tienen importancia o no son relevantes.
Sin embargo no siempre son así las cosas, no siempre el conocimiento, los contenidos no pertenecen en exclusiva a las palabras que lo “transportan”, la realidad es más complicada, hay otros muchos factores a los que también interesa mirar si queremos entender los porqués y los significados de nuestras comunicaciones: el contexto, los valores, la ideología, la experiencia previa, los intereses, las actitudes, etc. de los hablantes y los oyentes que están construyendo -más que transportando- un mensaje. Y esto sería válido para cualquier tipo de interacción comunicativa, desde el RD de un BOE a la discusión en un foro, desde una clase magistral en un instituto o la universidad a una sesión de trabajo de consultoría.
Sería interesante no perder de vista que esta metáfora del canal, que tan bien hemos aprendido hasta el punto de impregnar nuestro ADN con ella, nos proporciona una visión útil pero parcial de lo que es la comunicación y todo lo que ella implica. No deberíamos dejar de reconocer que ésta no es más que una metáfora, una manera de entender(nos) de hablar(nos) sobre el lenguaje, y por tanto sobre nosotros mismos. La aceptación de esto nos exigiría como educadores, gestores, periodistas, políticos,… el beneficio de la duda, de la infidelidad con las propias palabras-ideas, más humildad y una mayor aceptación, (re)conocimiento y compromiso con los demás y sus discursos.
Las implicaciones de esto para oradores, profesores, consultores, psicólogos, políticos… no es pequeña. ¿Eres más canal o explorador, ponente o buscador, crees que tu papel es transmitir información o construir y compartir significados con tu audiencia, acabas tus exposiciones generado(te) más preguntas o más respuestas?
Por todo ello en Ideas Poderosas huímos de fórmulas mágicas o ‘libros de recetas’ cuando planteamos nuestros talleres, por todo ello no nos queda más remedio que aceptar la necesaria incertidumbre y la inevitable improvisación en nuestros cursos: ante personas distintas no puede haber dos experiencias formativas idénticas. Porque pensamos que aprender a comunicar es más un proceso orgánico que industrial, que es un proceso de autoconocimiento, que tiene que ver con cómo te relaciones contigo mismo y con los demás, con tus propósitos, con tu historia, con tus intenciones, pero también con el conocimiento y la aceptación de tu audiencia y con tu interés por sus valores, sus intenciones y su experiencias y por su manera de entender y hablar del mundo. Por todo ello proponemos en nuestros cursos: “encuentres tu voz, para expresarte, para ayudar a otros, para entender el mundo”
Y cuando una persona encuentra humildemente su voz, hasta sus silencios tienen sentido.
Encuentra tu voz: aprendiendo a hablar en público
Los días 25 y 26 de enero de 2013, Ideas Poderosas organiza un nuevo taller práctico para aprender a hablar en público. Si tienes que presentar tus ideas o proyectos ante otras personas, si trabajas dando clase, si quieres mejorar tu impacto en las entrevistas de trabajo o si estás preparando oposiciones, entonces este taller te puede interesar.
Objetivo del taller:
Entrenar la técnica y el arte de la oratoria desarrollando un procedimiento para preparar una intervención en público y practicando una serie de habilidades y destrezas para reducir la ansiedad, motivar al auditorio, pronunciar un discurso elocuente y ejercer un impacto en las vidas de quienes escuchan.
Contenidos del taller:
Bloque 1.- “Training using drama”. Técnicas teatrales aplicadas a la oratoria.
Trabajando desde la verdad.
Sintiendo y generando confianza.
Contando historias.
Aceptando propuestas.
Bloque 2.- La composición de la intervención en público.
Estableciendo objetivos.
Preparando el discurso.
Dando estructura al discurso.
Redactando el discurso.
Decorando el discurso.
Bloque 3.- Hablando en público.
El poder de la palabra.
El poder del habla.
El poder del lenguaje corporal.
Storytelling: El poder de las historias.
Bloque 4.- Ansiedad: aceptación y compromiso.
Hablar en público como adicción.
El problema del control.
Técnicas de respiración.
Técnicas de relajación.
Dejando huellas: influir en los demás.
Fechas, horario y duración:
El taller, de 15 horas de duración, se desarrollará en régimen de fin de semana con el siguiente horario:
Viernes, 25 de enero de 16:00 a 21:00 horas.
Sábado, 26 de enero de 9:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 21:horas
Precio del taller:
El precio del taller es de 60 €
Inscripción y matrícula:
Si te decides a realizar el taller con nosotros, tendrás que enviarnos un correo electrónico a imagina@ideaspoderosas.com mostrando tu interés en participar y a vuelta de correo te informaremos del procedimiento de formalización de la matrícula.
Lugar de celebración del taller:
Geolit, Parque Científico y Tecnológico (Mengíbar – Jaén)
Cómo llegar a Geolit
Accesibilidad:
Las instalaciones en las que se celebrará el taller así como los ejercicios y prácticas a realizar son accesibles a personas con movilidad reducida. Para una información más descriptiva sobre las condiciones de accesibilidad del evento no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Hablar en público: Cuando te empujan a la piscina
¿Qué pasaría si empujásemos a un niño que no sabe nadar a una piscina? Lo más seguro es que acabara ahogándose, aunque el propio instinto de supervivencia (la vida le va en ello) le llevaría a realizar todos los esfuerzos por salir de allí. Por supuesto, la ayuda de algún adulto para sacarlo de la piscina sería todo un detalle por su parte aunque si volviera a empujarlo una y otra vez y no se pusiera manos a la obra de enseñarlo a nadar, la probabilidad de que ese niño acabara odiando el agua sería bastante alta y, seguramente, si finalmente acabara aprendiendo a nadar, su ejecución sería bastante deficiente.
¿Qué pasaría entonces si “empujásemos” a un niño al que nadie le enseñó a hablar en público a la pizarra para que exponga un trabajo, resuelva un problema o responda a una pregunta? Seguramente también se ‘ahogaría’, aunque como la vida no le va en ello, probablemente en el futuro evitaría cualquier situación parecida. Por supuesto, la ayuda de algún adulto para salir del aprieto sería todo un detalle por su parte aunque si volviera a empujarlo una y otra vez y no se pusiera manos a la obra de enseñarlo a hablar en público, la probabilidad de que ese niño acabara odiando “la pizarra” sería bastante alta y, seguramente, si finalmente acabara teniendo que hablar en público su ejecución sería bastante deficiente.
Cuando enseñamos a un niño a leer dedicamos una gran cantidad de esfuerzo y energía en el proceso hasta que poco a poco, es capaz de hacer una lectura fluida y comprensiva. Ese proceso requiere atención, seguimiento, ayuda y práctica, mucha práctica. Ningún esfuerzo parecido se hace para que un niño aprenda a hablar en público, probablemente porque pensamos que como ya sabe hablar, hacerlo en público no requiere de ninguna técnica complementaria. Pero ese es el error.
Hablar en público es una técnica, y como tal debe aprenderse. Igual que enseñamos a los niños a dibujar y a expresarse a través del dibujo o a redactar y a contar historias por escrito, deberíamos enseñarlos a expresar sus ideas ante un auditorio. Algunos llegarán a hacerlo tan bien que podrán convertir la técnica en un arte, lo mismo que algunos redactan o dibujan tan bien que acaban convirtiéndose en escritores o pintores de éxito, pero a nadie se le ocurriría dejar de enseñar a dibujar o redactar a un niño porque no tiene madera de artista. ¿Por qué renunciamos a enseñar, entonces, a los niños a hablar en público?
La habilidad de hablar en público es una competencia necesaria para el desempeño de muchas ocupaciones: docentes, comerciales, directivos y mandos intermedios, psicólogos, trabajadores sociales, educadores, monitores, etc. necesitan de esta habilidad y, sin embargo, en muy pocos lugares se enseña. Probablemente por ese motivo, hablar en público genere grandes dosis de ansiedad y miedo entre la mayor parte de las personas a las que se les presenta la oportunidad viendo este escenario como un desafío difícil de afrontar.
Cuando propones a alguien que exponga algo en público la respuesta habitual suele ser “me da miedo”, aunque probablemente la respuesta correcta sería “no sé cómo hacerlo”, y es que nos escudamos en el miedo para no hacerlo cuando el verdadero motivo es la falta de habilidad.
La ansiedad, el miedo, son emociones adaptativas que se activan cuando nos enfrentamos a situaciones que requieren por parte de la persona ciertos niveles de alerta. Hablar en público supone por nuestra parte descubrirnos ante los demás, mostrarnos tal y como somos y por tanto, puede ocasionar cierta dosis de ansiedad, pero es una ansiedad necesaria y fundamental para movilizar los recursos necesarios para hacerlo bien, ¡ah!, ¿pero si no sabemos cómo se hace?, ¿podremos hacerlo bien?…
Aprender a hablar en público es un reto y un desafío del sistema educativo en cualquiera de sus niveles (escuela, instituto, formación profesional, universidad), es una forma de comunicación a la que no se presta atención y de la que el éxito de muchos profesionales depende.
Nuestra experiencia nos dice que aprender la técnica de hablar en público no sólo mejora la ejecución de quienes tienen que hablar ante un auditorio sino que, además, reduce sus niveles de sufrimiento llegando incluso, en muchos casos, a considerarse como una fuente de satisfacción.
“Érase una vez una niña que aprendió a hablar y a través de las palabras comenzó a entender el mundo que le rodeaba. La niña creció y aprendió a leer, y a través de las palabras comenzó a descubrir otras realidades más allá del mundo que le rodeaba. La niña creció un poco más y aprendió a hablar en público, y a través de las palabras pudo compartir con los demás todo lo que había aprendido… y colorín colorado, este cuento todavía no ha comenzado”