La cuarta pared

La cuarta pared, ese muro invisible que separa el escenario donde se desarrolla la acción del patio de butacas, está a punto de caer.
Las escenas de nuestra vida laboral se desarrollan habitualmente dentro de un espacio en el que dejamos interactuar poco, muy poco, a veces nada a nuestros clientes, compañeros, colaboradores, alumnos…Esas personas que son los usuarios de nuestros servicios, los clientes de nuestros productos, el auditorio de nuestros discursos están ahí, como meros espectadores observando cómo hacemos nuestro trabajo. Son pacientes, receptores, sufridores de nuestra intervención.
La cuarta pared está entre ellos y nosotros, marca la diferencia, establece los límites.
En el teatro y en otras disciplinas artísticas, romper la cuarta pared se ha convertido en un reto. Hacer participar, implicar, incorporar a los espectadores en el desarrollo de la acción se ha convertido en un desafío que da protagonismo al que ve, al que mira, al que espera.

¿Y en el entorno empresarial?… ¿qué pasa con esa cuarta pared?…

Vamos al médico, asistimos a clase, realizamos un trámite administrativo, compramos un producto y, ¿qué nos encontramos delante de nosotros?: muchas veces un muro infranqueable tras el cual se atrinchera el profesional que sabe hacer muy bien su trabajo (en el mejor de los casos), pero que no nos hace partícipe de él, que no entabla conversación con nosotros, que no se preocupa de nuestras emociones, de nuestras necesidades, de nuestros motivos.

De estas y algunas cosas más, nos habló Rafael Álvarez “El Brujo», el juglar del siglo XXI y maestro de los escenarios que ostenta entre otros galardones la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes (2001) y la Medalla de Oro de Andalucía (2012).
Rafael Álvarez, que nos acompañó en el taller de “Training using drama” organizado por Ideas Poderosas y celebrado los días 12 y 13 de marzo de 2012 en el laboratorio escénico Volunto Teatro, nos contó su experiencia en romper paredes: “lo más difícil no es hacer participar al público sino saber cuándo hay que retomar el guión y que el público se dé cuenta que ahora te vuelve a tocar a ti llevar las riendas”, “el silencio y la mirada son dos poderosas herramientas para hacerlo”.
Te proponemos derribar esa cuarta pared, aceptar las propuestas de tu público e interactuar con él desde tu papel, desde tu personaje, hacer que el guión se apodere de tu público, integrarlo y saber cuándo es tu turno.

La cuarta pared, ese muro invisible, está a punto de caer, es necesario que caiga… ya ha caído.

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