Llegamos a Geolit Business Camp, una excusa para hacer que pasen cosas, un contenedor de experiencias en Expoliva 2013 ideado por el singular equipo de Geolit, el viernes 10 de mayo, aún con la alargada sombra del buen trabajo de los amigos de Gudmornin cOmunicAcióN sin ReGlaS flotando en la carpa. Llegamos con buen café y algunas ideas para degustar durante la mañana. La sabiduría de los sentidos la traía Fernando Gómez, sumiller de Paladares Linares y profesor en la Escuela de Hostelería de la Laguna. Su equipaje para la jornada: una sensibilidad refinada, un laboratorio infalible entre su nariz y su boca, 200 gramos de arábica y robusta tueste natural de primera calidad, una bolsa de perrunas y tres de roscos de vino de un horno tradicional y su buen hacer de artesano de los que se reconocen al instante.
Cuando Jesús Muñoz, gerente de Geolit, nos propuso a Juan Luís y a mi participar en este espacio que el parque científico tecnológico quería dinamizar dentro del contexto de Expoliva, pensamos en meternos en un berenjenal y liarnos en un pequeño experimento. Esta fue nuestra propuesta: hacer una breve cata dirigida de algunos productos, escuchar los sentidos y dejar que nos sorprendieran; todo ello dirigido por un buen maestro de ceremonias que nos inspirara y, a partir de las sensaciones y de sus palabras, dejarnos llevar, improvisar, conectar puntos y hacer equivalencias entre esta experiencia, el emprendimiento y la innovación en el medio rural. Sobre la marcha improvisaríamos un breve power point con una plantilla simple como base para la presentación que utilizaríamos para compartir las ideas poderosas provocadas por ese contexto.
Las explicaciones de Fernando, nuestro sumillier, fueron más que interesantes, sus conocimientos, su pasión por el tema y su manera de desenvolverse no pasaron desapercibidos, y las preguntas y las ganas de saber más de los que allí estaban nos dejaron sin tiempo para compartir las ideas que nos sugirió esta cata-experimento. Aprovechamos ahora nuestro blog para pensar en voz alta y dejar salir estas ideas escritas a vuela pluma, improvisadas, muy esquemáticas y nada elaborados.
DEGUSTANDO LOS SABORES DE LA INNOVACION Y EL EMPRENDIMIENTO EN EL MEDIO RURAL
1. Aprender a escuchar los sentidos nos permitió descubrir nuevos matices en el café, saborearlo de diferente forma a la habitual, prepararlo y beberlo de otras maneras. Si tuviera que vender café o trabajar con los hábitos de su consumo de la población mi enfoque sería sin duda mucho más rico, creativo y con más posibilidades después de esta experiencia. Escuchar todo lo que tiene que decirte un producto, no solo lo que tú quieres oír, y hacerlo desde todos los puntos de vista se antoja fundamental para la innovación. Si tus ojos son tan dominantes en tu manera de percibir el mundo que esto anula tus otros sentidos, busca la ayuda de un ciego, rodéate de ellos por un tiempo, hazles probar tu producto y escúchalos con todo tu interés. Si quieres innovar busca a personas que no sepan lo que tú sabes, que no miren como tú miras, que no digan lo que tú dices.
2. La innovación no está sólo en el producto en sí y sus características, también en sus formas de uso, en las maneras de consumirlo y de relacionarte con él. Durante la cata aprendimos otras maneras de consumo de café en otros países, los modos tradicionales de prepararlo en las zonas rurales, en países productores donde tienen el producto pero no la tecnología para hacer café como el que sale de nuestras cafeteras. Esto marca otra frecuencia y maneras de beberlo, lo que abre otras posibilidades de hacer negocio. El medio rural guarda formas distintas de vivir y relacionarse con el entorno, con los productos. Estudiar esas “maneras de vivir” también puede ser fuente de emprendimiento e innovación.
3. Siguiendo en la misma línea, podríamos distinguir entre recursos y productos. Podemos tener unos excelentes recursos en nuestro entorno rural, por ejemplo un paraje natural único, un conjunto histórico singular y de gran valor o unas galletas hechas con buena harina y mucha pasión. Sin duda son todos ellos recursos de gran valor, pero eso no los convierte en un producto sólo porque les pongamos precio, los empaquetemos o los anunciemos en nuestra web invitando al universo entero para que nos visite.
Tampoco existe un algebra simple entre recursos y productos. Como antes hemos dicho, podemos tener varios recursos y ni un solo producto, pero también pudiera ocurrir lo contrario: que un mismo recurso, que el mismo puñado de átomos sea a la vez varios productos diferentes. ¿Por ejemplo, cuántos productos pueden contener ese paraje natural único? En potencia, al menos tantos como formas de “consumirlo”, de experimentarlo.
4. No sólo fue un placer probar las diferencias en sabores, textura, olor, consumos (distintos productos al fin y al cabo) de un mismo tipo de café (un único recurso), también probamos esa mañana las perrunas y los roscos de vino. Y fue curioso y un placer sentir cómo cambiaban y se potenciaban los sabores y surgían nuevos al mezclar unos con otros. “El concepto principal tras el maridaje reside en que ciertos elementos que se encuentran en los alimentos y en el vino, como la textura y el sabor, reaccionan de manera diferente al mezclarse; y encontrar la combinación adecuada de éstos hará del comer una experiencia más placentera para el paladar. La máxima del maridaje es crear sensaciones nuevas”. (Wikipedia dixit)
¿Necesita esto muchos comentarios para entender las equivalencias entre el maridaje, el emprendimiento y la innovación? Puede ser clave a veces y enriquecedor siempre buscar nuevas uniones, relaciones nuevas y atrevidas, mezclas insospechadas, de lo rural con lo moderno, de lo tecnológico con lo tradicional, de lo divino con lo humano, de lo local con lo global,… Maridemos pues.
Pero para ello, entre otras cosas, hay que ser generoso, ceder para avanzar y compartir protagonismo. Querer estar siempre en el centro de atención hasta desear en caso extremos ser el difunto en un velatorio, significa estar enfermo de uno mismo y de las propias ideas. Pura “mouriñofrenia”. No sé qué pasará en otras regiones pero, como muy bien me comentaba esa mañana Joaquín ‘Gudmornin’, en la provincia rural que es Jaén (el mayor productor mundial de aceite de olive virgen extra) algo así debe pasar entre tanto olivo cuando aún no existe una marca de “Aceite de Jaén” tal y como pasa con otros productos que van ligados irremediablemente en nuestras cabezas al nombre de su tierra —––ej. Vinagre de Módena.
5. Y por último, nada de esto hubiera pasado, no estarías leyéndome ahora si esta cata-experimento que se nos ocurrió desde ideas poderosas para la mañana del día 10 se hubiera quedado en el papel, si no se hubiera atrevido Fernando a acompañarnos a un experiencia que sabíamos cómo iba a empezar pero no cómo podría terminar. Actuar es clave y también define a la innovación, no se trata sólo de tener ideas, sino también de hacer algo con ellas.
Cuanto de sí da un café!!!